miércoles, 17 de abril de 2013

Sentimiento oculto

Sentimiento oculto (parte 1)

Jill di Rousseau, la menor de sus hermanos exceptuando por el pequeño Nathaniel, había tenido una infancia extraña, sobre todo por lo acelerado de su crecimiento que siempre  coincidían con días en que la mansión estaba bajo ataque, no recordaba mucho de sus padres, solo sus voces cuando le cantaban arrullos pero si quería tratar de recordar el rostro de ellos simplemente se le venía un rostro a la cabeza, el de su mayordomo Yue.

Yue, que en apariencia era un dulce joven de cabellos blanquecinos y mirada carmesí, la había criado desde pequeña, ya que sus padres viajaban mucho, Yue se hacía cargo de la casa junto con Charle, pero era él el que más tiempo pasaba con ellos, era el tutor de Alexander, el consejero de Monse, compañero de juegos de las gemelas, y a ella la enseñaba a usar la katana y controlar su poder shinigami.

Jill lo admiraba, el era fuerte y muy hábil en todo lo que hacía, jamás le tuvo miedo aun al enterarse que era un demonio, sabía que Yue no dormía y cuidaba de ellos en las noches mientras dormían, nadie podía convencerla de que tomara un baño, excepto Yue, Yue sabia a que temperatura debía estar el agua, que esencia debía usar y como atrapar a la pequeña y escurridiza shinigami.

Todo parecía bien para Jill, tenía a sus hermanos con ella, solo faltaban sus padres que llevaban mucho fuera desde su último viaje, Jill quería entrenar para sorprenderlos pero terminaba por ponerse a jugar  a mitad de las lecciones, a veces cuando Yue limpiaba y revisaba la mansión Jill le saltaba encima tratando de atraparlo, pero siempre la atrapada era ella.

Yue la cargaba con cariño y la llevaba con él cuando preparaba ricos postres, en lo que Jill intentaba ayudar, pero siempre terminaba por hacer un desastre.

La paz no duro poco, últimamente Jill estaba teniendo pesadillas acerca de que atacaba a su familia, despertaba gritando por las noches, Yue trataba de calmarla haciéndola olvidar sus pesadillas. A su lado se sentía segura ya que ella sabía que si Yue estaba el no la dejaría hacerle daño a nadie.

Sucedió cuando se  estaba dando un baño por sí misma, Yue había estado ocupado y no quería importunarlo, además quería evitar que le dieran mas medicina que le causaba sueño. Repentinamente ese dolor la ataco causando que se sumergiera, intento pedir ayuda pero solo pudo tragar agua de la bañera, llamando al mayordomo en sus pensamientos. Su vista se nublo quedando inconsciente al ya no poder respirar.

Fue entonces cuando aquel cambio tan marcado en ella se dio, su cuerpo de niña había sido dejado atrás por el de una jovencita de 13 años, el hecho de haber crecido de nuevo despertó muchas cosas nuevas en ella, ahora se percataba de cosas que antes no hubiera notado, y también estaña una extraña voz que oía en su cabeza, Además  aquella admiración que sentía hacia su mayordomo, sentía como si hubiera cambiado, se preocupaba al verlo débil constantemente.

El mayordomo guardaba apariencias cuando estaba con su pequeña ama, además Jill estaba preocupada por el hecho de que dentro de un tiempo alguien iría por ella, le pregunto a Yue que pasaría si ella decidía ir por su voluntad a aquella academia, Yue la miro con tristeza y le dijo lo que le enseñarían, pero que además harían que viera a los demonios como enemigos que había que aniquilar de inmediato.

Jill sintió una terrible opresión al escuchar esto, ella no quería odiar a Yue, sabía que era un demonio pero también sabía que él no era malo, no quería que fuera su enemigo. Jill sacudió la cabeza desviando el tema, le confió a Yue acerca de aquella extraña voz que oía en su cabeza, esperando que la tachara de loca, pero lejos de eso el demonio le pidió más detalles, algo dentro de Jill cambio, sintió como si perdiera el control de su cuerpo, como si se tratara de alguien distinto a ella. Yue la miro con sorpresa pero permaneció tranquilo, sabía que no se trataba de su pequeña dama en ese momento, así que simplemente trato de averiguar quién era.

Se trataba de alguien mas, ajeno completamente a Jill, Saine, un shinigami que un siglo atrás había muerto por proteger a su hija, ahora había renacido en el cuerpo de aquel que poseía un poder shinigami mayor dentro de la familia, el cual era el caso de Jill. Yue se insinuó un poco a Saine el cual simplemente por hacer que Jill sonrojara le siguió el juego pero justo antes de que pudiera hacer algo, llego la hermana mayor de Jill interrumpiendo.

Justo antes de que Monse reclamara algo un par de extrañas mujeres atacaron la mansión, pero no iban por Jill sino tras de Yue y charle, en un intento por echarlas Jill resulto terriblemente herida, lo único que realmente la mantenía con vida era la energía de Saine. Pero si no hacían algo pronto Jill terminaría por morir.

Saine intento lo que pudo, trato de usar su energía para que la herida sanara, pero nada daba resultado, el cuerpo de Jill comenzó a palidecer y ponerse muy frio, Saine se aterro ante lo que acaba de descubrir, el cuerpo inerte de la shinigami no tenía un alma, no tenia mas opción, busco a Yue suplicándole ir con él al inframundo, si el alma de Jill cruzaba el rio de la muerte jamás podrían recuperarla.

Viajaron ambos al mundo de los muertos, buscando a Jill incesantemente, cuando la encontraron ella no parecía reconocerlos, Saine se percato de que parecía no tener brillo en los ojos, ni fuerza de voluntad, Yue tomo la mano de Jill suplicándole que regresaran, que ella no podía cruzar, pero ella dijo que el barquero la llevaría al otro lado aceptando su collar como pago.

Yue se quedo en shock al oír aquello, Aquel collar de plata había sido un regalo especialmente para ella, de verdad era lo que estaba dispuesta entregar de pago? Se acerco a ella y tomo su rostro en sus manos

-          pequeña dama...míreme a los ojos...directamente...y dígame que no sabe quien soy...ya olvido que yo le regale ese collar
-          Yu...Yue – susurro Jill, sintió un enorme vacío en su memoria, solo veía una silueta pidiéndole a ella de pequeña que cerrara los ojos, al abrirlos tenía ese hermoso collar.

Jill sintió un terrible dolor de cabeza, sus gritos despertaron al barquero, el cual no parecía muy contento, Yue chasqueo la lengua al ver como el barquero comenzaba a levantarse, tomo a Jill en sus brazos

-          Jill-sama...pequeña dama...Lady Jill-sama....respóndame....soy yo....Yue-san...sé que sabe quién soy....
-          Tenemos que irnos- insiste Saine- el barquero hará hasta lo imposible por quedarse el alma de Jill, si no escapamos ahora nos arrojara a todos al rio
-          Yue?- murmuro Jill confundida al no poder recordarlo, se vio a si misma de bebe llamándolo manoteando, de niña entrenando con la katana, leyendo en la biblioteca o haciendo desastre en la cocina- Yue- murmuro – no quiero, no quiero olvidar, no quiero olvidarte- lloriqueo abrazándose del cuello de Yue pegando sus labios a los suyos, el mayordomo se sorprendió pero le correspondió unos breves momentos, sujeto bien a Jill y escaparon de ahí, esquivando los ataques del endemoniado barqueo

Cuando regresaron al mundo humano, Yue despertó al lado de su pequeña ama, la cual dormía aferrándose a él, decidió dejarla así, no quería despertarla además, Yue estaba agotado por el pequeño viaje al mundo de los muertos. La cubrió con sus sabanas y beso su frente deseándole dulces sueños.

Jill permaneció toda la noche aferrada a él, por la mañana abrió lentamente los ojos percibiendo una fragancia que la tranquilizaba, cuando se percato de que estaba aferrada a Yue se sorprendió tanto que cayó de la cama sus mejillas estaban completamente rojas.

Yue se acerco a ella preguntándole como se encontraba, Jill lo miro apenada, el rubor de sus mejillas aumento, recordaba vagamente un enorme rio, rocas porosas y afiladas, un barquero, pero.. El sitio era extraño, el cielo era de un color extrañamente rojo con muchas nubes, en ese extraño lugar ella, había besado a Yue?

-          Fue ... solo un sueño verdad?- murmuro agachando la mirada, Yue se acerco a ella tomándola del mentón
-          Dígame lady Jill ..- le dijo depositando un beso en su frente, otro en su mejilla y uno más cerca de sus labios- en que piensa?
-          Tuve un sueño raro, había... un rio, y un barquero, además estabas tú y Saine... y yo.. iba a entregar mi collar como pago al barquero- respondió Jill llorosa- además, no te recordaba, y me sentía vacía y dolía
-          Jill sama que quiere decir con eso
-          Me dolía por que entregaría mi preciado collar y por que... no te recordaba, me dolía muchísimo no recordarte- dijo Jill abrazándose del cuello de Yue- no quiero hacerlo, no me gustaría olvidarte, no me lo permitas, me dolería mucho no recordar tu nombre ni tu rostro... sentiría un vacio en mi pecho si te llegaras a alejar.

Yue la abrazo y beso su frente para calmarla, Jill se aferro a él llorando un poco, aquello no había sido un sueño, no podía explicarlo pero podría jurar que aquello que había sucedido no era un sueño, no quería que lo fuera, levanto un poco el rostro besando nuevamente los labios del mayordomo.

Saine interrumpió inoportunamente, ahora que podía proyectarse fuera del cuerpo de Jill como una especie de fantasma, era más molesto aun. Jill se separo de los labios de Yue visiblemente apenada.

-          Por favor no pienses mal de mí- susurro agachando la mirada
-          Jill-sama...lo que pensaría un mayordomo no tiene importancia, o si??....aun así.. pensaría que lo hizo inconscientemente... o simples acciones de una pequeña dama de saber qué es lo que se siente un beso, dado en los labios de otra persona.... a no ser que Lady Jill-sama..desee explicarme...no pensare nada malo de ella....- le dijo mirándola tranquilamente - o que cree usted acerca de lo que hizo la pequeña dama ...Sa-i-ne..-san?- le pregunto el mayordomo a Saine
-          Pienso que no soy el que debe responder a eso, es ella la que debe decirlo- respondió este, parecía un poco alterado

Jill agacho aun más la mirada al oírlos, curiosidad por saber que sentía un beso? Acciones inconscientes? Sintió una fría puñalada en su alma, tal vez Yue no quería preocuparla ni hacerla sentir mal pero, aquello había dolido como si mil pedazos afilados de hielo se clavaran en ella, sus ojos se llenaron de lagrimas, las cuales resbalaban sin control por sus mejillas.

-           solo soy “la pequeña dama” después de todo – murmuro Jill sujetando su pecho
-          por supuesto que es la pequeña dama....y por ello... no hay problema alguno...- le respondió Yue abrazándola para calmarla
-          así que no hay problema he?- dijo Saine de una manera en a que solo Yue podía escucharlo, manteniendo ajena a Jill a aquella conversación, la energía shinigami de este parecía esparcirse por la habitación pero Jill no lo notaba
-          que pasa Saine-san...esta celoso por lo que acabo de decir...o es que acaso... desea que deje en paz a Jill-sama y no le moleste nunca más?- le pregunto Yue de la misma manera, dejando a Jill perdida en sus pensamientos

Saine les dio la espalda a ambos, viendo de reojo como Jill sufría por sus pensamientos y sentimientos, aun era demasiado joven y pequeña realmente no entendía lo que pasaba, apenas y entendía que estaba enamorada. Se aferro mas a Yue mirándolo de reojo, sus palabras la confundían, de verdad no había problema?  Jill acaricio la mejilla del mayordomo besándolo nuevamente de una manera más suave y menos desesperada que las anteriores, Yue se sorprendió de sobremanera, no esperaba que su pequeña ama lo hiciera de nuevo, no dijo nada ni siquiera se inmuto, la dejo hacer sin quejarse ni moverse en absoluto, esperando la reacción de Jill.

Saine observo esto liberando de golpe mucha energía, un brillo verde invadía sus ojos, Jill se separo de los labios de Yue sobresaltada, observo a Saine el cual parecía molesto, después vio a Yue el cual parecía pasmado ante las acciones  atrevidas de su pequeña dama, Jill se sintió apenada, y sintió una terrible punzada en el pecho. Lamio juguetonamente el cuello de Yue para sacarlo de su trance, aun así se sentía apenada y culpable, tenía miedo que Yue la odiara, cayo inconsciente en brazos del mayordomo, aun era de madrugada y ella aun estaba débil después de haber estado a punto de morir.

2 comentarios:

  1. esta es la primera parte de esta historia que aun esta en proceso.. espero les agrade

    esta dedicada a mi hermosa familia di rousseau.. chicas las amoo

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    1. Tambien te amo XD

      no habia comentado antes, pero he leido todo, espero podamos seguir publicando aqui nuestras locuras, y este capitulo ha sido muy bueno

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