Bien… pues esta historia comienza
hace mucho tiempo, en medio del extenso océano, había un poderoso imperio el
cual, estaba siendo amenazado por una enorme ola que destruiría todo a su paso.
Las alarmas de la ciudad sonaron
sin cesar, anunciando a los ciudadanos que fueran a sus refugios, la gente
gritaba y corría, cuando una brillante luz apareció en el cielo, era como una gran
estrella que flotaba sobre la cuidad, la cual emitía destellos de color rojo en
dirección al suelo, como buscando algo… o.. A alguien.
En el centro de la cuidad, justo
frente al palacio, la familia real se disponía a refugiarse, pero en su huida,
la pequeña princesa una linda niña de cabello largo y negro y unos hechizantes
ojos azules, tiro su muñeca, y regreso por ella soltándose de la mano de su
madre.
La reina al notarlo corrió tras
ella y la abrazo, diciéndole que no volviera a hacer eso y que no tenían tiempo,
aquella enorme ola estaba tan cerca que terminaría por matarlos a todos.
Pero, algo extraño paso, uno de
aquellos destellos rojos de aquella estrella se poso sobre la reina, y la luz
se volvió azul brillante, al tiempo que los ojos de la reina se tornaban
azules, y el cristal de su cuello flotaba apuntando a la estrella, poco a poco
todos los destellos que recorrían la cuidad se cerraron en uno solo y la reina
charle fue elevándose poco a poco en dirección a la estrella entrando en ella.
El rey observo aquello con sorpresa,
abrazo contra su pecho a la pequeña que llamaba a su madre incesantemente.
-
Asaine cierra los ojos no mires!-
le indico Saine,
La estrella comenzó a girar
dándole vida a unas enormes y colosales estatuas las cuales crearon una burbuja
que protegió a una parte de la cuidad, pero dejando a la mayoría fuera, justo
cuando la ola gigante golpeo el resto de la cuidad y sus habitantes fueron
destruidos, pero aquella pequeña porción que fue protegía fue tragada por el
mar sin dejar ningún rastro de lo magnifico que había sido el imperio de
Atlantis.
Muchos pero muchísimos años
después, Atlantis había pasado a ser solamente un mito, una leyenda y había
sido casi completamente olvidada. Excepto por un jovencito que trabajaba en un
museo. Su nombre era Ronald Knox.
Ronald se había criado con su
abuelo, el cual fue u gran arqueólogo e investigador de culturas antiguas, su
abuelo le había contado sobre Atlantis y que algún día lo encontrarían juntos,
lamentablemente su abuelo cayó enfermo y murió años atrás, pero él estaba
decidido a encontrarlo, se la pasaba horas investigando hasta que dio con una
pista clave para encontrar Atlantis, un libro antiguo llamado el diario del
pastor.
Tenía todo preparado, y ensayaba
su ponencia la cual expondría ante los señores del consejo del museo,
importantes hombres de negocios, si los convencía, financiarían su expedición
para buscar el libro y Atlantis. Lo que él no sabía era que aquellos hombres lo
tomaban por loco y solo buscaban maneras de evitarlo. Prueba de esto fue que sin
previo aviso cambiaron la hora de su presentación, aunque no se lo avisaron
hasta mucho después y al no presentarse habían rechazado su propuesta.
Ronald suspiro y tomo sus cosas
decidido a hablar cara a cara con William T. Spears y el resto de los señores
del consejo. Los cuales al verlo huyeron de el escondiéndose detrás de puertas,
mientras que William salía de museo a pasos apresurados y abordaba su coche.
Ronald le dio alcance tratando de
explicarle por que debería de financiar su propuesta.
-
Este museo solo financia
expediciones basadas en hechos reales, no en leyendas ni folklore – le dijo
seriamente- además te necesito aquí, contamos contigo
-
Enserio?- pregunto Ronald
ilusionado
-
Ahora que viene el invierno no
podemos descuidar la caldera- respondió burlesco indicándole al cochero que se
marcharan
-
Pero, hay un diario… esta en
Irlanda- insistió Ronald siguiendo el auto- estoy seguro esta vez!
William cerro la cortinilla de su
coche para no verlo, pero un golpe lo tomo por sorpresa, Ronald había saltado
al cofre del auto.
-
Señor Spears no quería llegar a
esto pero esta es una carta de renuncia.. si no accede a financiar mi
propuesta…- fue derribado del auto- RENUNCIARE!!!- grito, el auto hecho en
reversa deteniéndose frente a él- hablo
enserio señor, si no accede a financiar mi propuesta…
-
Que harás? Tiraras tu carrera al
drenaje igual que tu abuelo?- lo reto William levantando una ceja- tienes
potencial Ronald, no lo desperdicies en fantasías.
El coche se alejo por la calle
salpicando a Ronald con un charco, este se levanto desanimado y decidió
regresar a casa, había comenzado a llover y las luces del departamento se
habían ido por completo.
-
Ya llegue- saludo- Pulga?
gatito?- pregunto tratando de ver en la obscuridad, justo cuando un relámpago
iluminaba una silueta de pie frente a el
-
Ronald Knox?- pregunto la sensual
voz de una mujer girándose hacia el
-
Quien es usted? Como entro aquí?-
pregunto Ronald sorprendido
-
Baje por la chimenea jo jo jo-
respondió de la misma manera seductora pero seria- me llamo Evangeline Rave… la
persona para quien trabajo tiene una interesante propuesta … le interesa?
-
U…una propuesta?- tartamudeo
Ronald viendo como la estola de piel caía por los hombros de aquella mujer de
cabello largo y hermosa figura – para quien trabaja?
La mujer sonrió y salió del apartamento
seguida por el chico, subieron al auto de la dama y se encaminaron a una
mansión alejada de la cuidad, aquella mansión daba escalofríos, Evangeline lo
guio por el recibidor hasta un pequeño ascensor, dándole indicaciones claras
-
Deberás llamarlo señor di
Rousseau o señor, no te sentaras si no te lo ordena, usa frases cortas y no
repitas oíste?- le dijo arreglando el cabello del rubio, el ascensor llego a su
destino- relájate, no muerde, a veces- sonrió regresando en el ascensor
Aquella estancia estaba llena de
libros y solo había una enorme pecera que le brindaba una extraña luz azulina a
la estancia además del calor de una chimenea, ante la cual un chico joven
practicaba yoga. Se acerco lentamente, fijando su mirada en un cuadro de un
hombre maduro al lado de su abuelo
-
Abuelo?- se pregunto confundido
-
Así es el mejor explorador del
mundo- dijo el joven seriamente, el cual solo vestía una ligera bata para
practicar yoga- Alexander Di Rousseau
-
Entonces conoció a mi abuelo?
-
Al viejo Erick lo conocí cuando
era muy pequeño; era un buen amigo de mi padre, se conocieron hacia mucho y
fueron amigos hasta el día de la muerte de tu abuelo. Mi padre decía que estaba
más loco que una cabra, incluso lo
acompañamos a muchas de sus expediciones, hablaba mucho de ti
-
Qué raro, el jamás los menciono a
ustedes
-
Y se lo agradecemos, tanto mi
padre como yo odiamos que hablen de nuestra vida, mi vida es privada
-
Joven di Rousseau podría decirme
que hago aquí?
-
Acércate a la mesa, tu abuelo
vino y lo dejo hace años, dijo que si algo le pasaba a él debía dártelo cuando
estuvieras listo, sea lo que sea
Ronald hizo caso y tomo un
pequeño paquete de la mesa, quitándole el envoltorio de papel, se quedo mudo al
ver que lo que sostenía era el diario del pastor.
-
Joven Alexander se da cuenta de
lo que es esto? Este diario es crucial para encontrar Atlantis el continente
perdido
-
Atlantis- se rio Alexander- no
naci ayer chico- dijo caminando a un biombo para poder cambiarse de ropa
-
No es verdad, coordenadas,
señas todo está aquí
-
Son solo garabatos- respondió
Alexander desinteresado
-
Eso es porque está escrito en un
dialecto que ya no existe
-
Entonces no sirve
-
No solo es difícil, he pasado mi
vida estudiando esta lengua y créame para mí no son garabatos
-
Seguramente es falso- respondió
Alexander saliendo vestido con un traje
elegante
-
El no lo habría dejado si fuera falso,
daría todo lo que tengo o juraría por mi vida que este es el autentico diario
del pastor
-
Aha y que harás con él?- pregunto
Alexander tomando asiento levantando una ceja incrédulo
-
No sé, buscar fondos… el museo!
-
Nadie te creerá
-
Los convenceré, hare que me crean
-
Como lo hiciste hoy?
-
SI!- respondió Ronald- espere,
no, quien le dijo…? Ah olvídelos a ellos no importa, encontrare Atlantis yo
solo aunque sea en un bote de remos!- exclamo Ronald decidido
Alexander sonrió de medio lado
satisfecho, juntando los dedos frente a su rostro el cual se veía enigmático
por el brillo azul de la pecera.
-
Felicidades Ronald eso es justo
lo que quería escuchar, pero olvida el bote chico, viajaremos con clase- dijo
presionando un botón haciendo aparecer una maqueta de una especie de nave
submarina todo está listo, todo el numerito.
-
Por qué?
-
Durante años tu abuelo mareo a mi
padre con historias sobre ese libro, jamás le creyó una palabra, hasta que un día
hicieron una apuesta, que si encontraba ese dichoso libro no solo pagaría la
expedición sino que lo besaria en la boca- suspiro Alexander- imagina la
vergüenza de mi padre cuando tu abuelo encontró el libro- se rio mostrándole
una foto.- se que tu abuelo nos dejo Ronald que descanse en paz, pero Hannibal
di Rousseau y yo somos hombres de palabra- dijo Alexander acercándose al cuadro
sobre la chimenea- oyó eso señor Knox! Mi padre puede descansar en paz con la
conciencia limpia
Alexander pareció decaer un
momento, y suspiro agachando la mirada, Ronald lo miro preocupado
-
Tu abuelo fue un gran hombre, tal
vez tu no sepas cuán grande fue, esos payasos del museo lo aplastaron y se
burlaron de el, la decepción lo mato… si logro mostrarles aunque sea una
prueba, será suficiente- suspiro y levanto el rostro- pero que estamos
esperando hay cosas que hacer
-
Pero, joven Alexander si se
propone hacer una expedición necesita de un tripulación
-
Ya la tengo!
-
Se necesitan ingenieros y
geólogos!
-
Los tenemos- dijo mostrándole
unas fichas sobre la mesa- Nathaniel di Rousseau, geología, este chico adora su
tierra- sonrió- Roxte Villefort , lo sacamos de una prisión turca; Jill di
Rousseau, que no te engañe su edad, sabe más de motores de lo que puedes
imaginar, lo mejor de lo mejor, es la tripulación que encontró el diario.- dijo
mostrándole una foto
-
Donde están?
-
En Islandia
-
Lo sabia!!- exclamo triunfal
-
Solo necesito, un experto en
garabatos, es tu decisión, continuar con la expedición de tu abuelo, o volver a
la caldera
-
Esto es enserio?- pregunto Ronald
a punto de desmayarse
-
Ya estas entendiendo
-
Mi... mi empleo, voy a tener que
renunciar
-
De hecho, renunciaste esta tarde
-
Enserio?
-
Si no dejo cabo suelto
-
Mi departamento, tendré que
avisar
-
Arreglado
-
Mis cosas?
-
Empacadas
-
Mis libros?
-
En cajas
-
Mi gato?- un maullido saco de su
trace a Ronald, Alexander lo miraba tranquilo,
-
Mi padre tenía un dicho, “se nos
recuerda por los regalos que le dejamos a nuestros hijos”, este diario es el
regalo de tu abuelo, que dices?- le pregunto teniéndole una gabardina
-
Acepto joven Alexander! No lo
lamentara- tomo la gabardina poniéndosela al rever- es tan emocionante que que
que no puedo contenerme- tartamudeo
En poco tiempo todo estuvo listo,
y Ronald estaba en el barco que los trasportaba a través del océano hasta el
punto donde el submarino seria echado al agua para ir en busca de Atlantis.
Solo que, el viaje había mareado al pobre rubio que se la paso vomitando por la
borda.
La vos de una mujer joven los
convoco a todos por los altavoces del barco, la cual les indicaba que estaban a
punto de partir y que debían reportarse en el piso más bajo del barco, por lo
que Ronald tomo sus cosas y se dirigió al lugar, aunque no sabía donde era
realmente así que decidió preguntar.
-
Disculpe?- le pregunto a una
persona de larga cabellera negra atada en una trenza
-
Si compañero Knox- lo saludo la sensual
voz de Evangeline girándose a el
-
Ahh!- exclamo Ronald- eres tú!
-
Evangeline tenemos algo de qué
hablar!- le reclamo un chico que estaba en una carreta, su cabello negro con
mechones blancos resultaba curioso, además de sus ojos de un tono entre purpúreos
y azules
-
Un segundo- le dijo Evangeline a
Ronald- que quieres decirme Yukki!
-
Llenaste la carreta hasta el tope
con alimento para conejo! Mira todo esto, canela orégano cilantro- dijo sacando
pequeños botecitos de especias- no sé ni qué demonios es el cilantro; que es
esto?
-
Se llama lechuga
-
Lechuga?!
-
Es un vegetal Yukki, los hombres
necesitan los 4 grupos básicos
-
Te diré cuales son los 4 grupos
Carne, carne, carne y alcohol!
Nuevamente el llamado a la
tripulación por los altavoces los distrajo de la discusión, Evangeline le
arrojo la lechuga a Yukki.
-
Demasiada charla , tenemos que
partir! Andando!- ordeno marchándose,
Ronald la siguió y subió a una plataforma ascensor
que lo llevo a la planta baja, cuando llego al fondo se sorprendió de ver lo
que tenía enfrente, un enorme submarino el cual estaba siendo cargando con
diversos vehículos y con personas abordándolo, era idéntico que aquella maqueta
que Alexander le había mostrado solo que cientos, no, miles de veces más
grande.
Alexander se aproximo a él, esta
vez vestido con el traje de un capitán de barco, lo saludo llamándolo, Ronald
se percato de que venía acompañado por alguien más, un sujeto vestido con ropas
militares de largo cabello negro y mirada gélida aunque con una sonrisa extraña
y aterradora en su rostro.
-
Ronald quiero presentarte al
comandante Miguel el estuvo a cargo de la primera expedición
-
Un gusto Ronald Knox- lo saludo
viendo el diario en manos del chico- asi que ya tienes el diario no? Es lindo
pero… prefiero otro tipo de lectura
-
Vaya Alexander usted si que sabe
echar la casa por la ventana- dijo Ronald viendo todo el lugar
-
Tu abuelo siempre dijo que no se
le puede poner precio a la búsqueda del conocimiento
-
Pero créame lo que encontraremos
no será nada comparado con esto
-
Será enriquecedor para todo el
mundo- sonrió Miguel- es hora de irnos, Alexander- se despidió de el abordando
el submarino
-
Adiós señor Alexander no lo
defraudare- se despidió Ronald.
La tripulación comenzó a preparar
todo cerrando las escotillas y revisando los mandos, Miguel estaba de pie al
centro de todo revisando el correcto funcionamiento de todo, mientras que la
teniente Evangeline daba las órdenes de zarpar en ese momento. El submarino fue
soltado y comenzó a sumergirse, Ronald observaba fascinado desde el enorme
ventanal en forma de esfera de gruesos vidrios.
El viaje duro unas horas, por lo que Ronald decidió descansar en un
camarote, aunque cuando se recostó en una cama alguien se asomo a verlo y
además encendió una luz diciéndole que movía la tierra.
-
Disculpa?- pregunto Ronald
confundido
-
Removiste la tierra!!- le reclamo
un chiquillo bajando de la cama de arriba- tierra de todo el mundo recolectada
en años!- le dijo quitando la manta dejando al descubierto montones de tierra
con banderines de diferentes países- que has hecho Inglaterra no debe unirse a
Francia!
-
Y que hace en mi cama?!
-
Haces muchas preguntas quien eres
habla habla!!- insistió el chico tomándolo del brazo buscando algo en las uñas
de Ronald, extrajo una pequeña roca o algo así y lo observo con sus extrañas
gafas
Gracias a esto el chico le dijo a
Ronald todo lo que había y hasta lo que había comido, diciéndole además que era
cartógrafo y lingüista. Lo empujo fuera de la habitación diciendo que no podía
quedarse, pero en la entrada choco con un hombre al levantar la mirada se
percato que era un sujeto alto de cabello blanco y mirada carmesí. Al parecer
venia de asearse ya que solo traía una toalla colgada al cuello y no traía
camisa
-
Te sentaste en la tierra no?- le
pregunto burlón- Nate! Dijimos que no pelearías con otros niños- le reclamo al
chico el cual intento atacarlo- Atrás! Tengo un jabón y pienso usarlo- Nate
retrocedió trepando a su cama de nuevo- Atrás salvaje, vuelve a tu cueva!- dijo
el hombre quitándose la toalla del cuello- me llamo Yue, médico de abordo
-
Ronald Knox
-
Ronald Knox?!- memorizo Yue –
eres mi cita de las tres- dijo poniéndose la bata y sacando una segueta de su
maletín
-
Hay mama! Exclamo Ronald pálido
-
Lindo no? Las instrucciones dicen
que esta belleza puede cortar un fémur el 28 segundos… yo podría hacerlo en 12,
ahora abre la boca y di ha- le dijo sacando un abate lenguas
-
No creo que…. Ah!- dijo ya que Yue
le había puesto el abate lenguas en la boca, y comenzó a revisarlo de todo a
todo preguntándole cosas acerca de el aunque Ronald no podía responder por que traía
la boca ocupada.
Afortunada mente para Ronald fue
llamado por los altavoces que se presentara en el puente, se despidió de Yue y
salió de ahí.
Cuando llego al puente había
parte de la tripulación ahí, El comandante Miguel, la Teniente Evangeline, un
pelirrojo aterrador que traía un fosforo en la boca el cual Alexander lo había
presentado como Roxte según las fichas de la tripulación, y una chica peliazul
vestida con un overol que le quedaba algo grande y una blusa blanca de mangas
largas y una gorra del mismo color del overol, por debajo de la cual asomaba su
cabello azulino que según las fichas la indicaba como Jill jefa de mecánicos
hermana menor de Alexander y hermana mayor de Nate.
Ronald había sido citado ahí ya
que les explicaría como llegar a la entrada de Atlantis, para lo cual se apoyo
de un proyector, en el cual les mostro unas imágenes explicándoles de una
criatura llamada leviatán, que se suponía era el guardián de la entrada de Atlantis.
Mientras Ronald explicaba esto la
chica de comunicaciones, Monse di Rousseau la cual hacia una llamada con una
amiga comenzó a captar algo en el hidrófono, apago su cigarrillo y se comunico
con Miguel.
-
Comandante debe de escuchar esto-
le dijo, Comandante, comandante!, Comandante!
-
Dígame Monse que sucede?- le
pregunto Miguel suspirando
-
El hidrófono está captando algo
que debería escuchar
-
Ponga los altavoces
Monse obedeció y apretó el botón
indicado, los altavoces dejaron escuchar el eco de un rugido y como si algo
enorme y metálico se moviera cerca de ellos. Pero poco a poco el sonido pareció
alejarse.
-
Sea lo que sea ya se alejo-
susurro Evangeline
Miguel suspiro y dio la orden de
seguir adelante, cambiando un poco de rumbo pero, algo muy grande golpeo el submarino
agitándolo todo por dentro, cuando se percataron de que era lo que los atacaba
parecía una enorme langosta la cual los atacaba con furia.
Miguel ordeno contraatacar
soltando pequeños submarinos armados para poder hacer que aquella bestia soltara
al submarino mayor. Pero al bestia uno a uno comenzó a destrozar a los submarinos,
además el daño que habían recibido comenzó a hacer que el agua se filtrara.
Jill cerró las puertas tratando de evitar que esta avanzara rápidamente.
-
Llama al puente- le ordeno a uno
de sus ayudantes
-
Comandante ingeniería en la 4-
murmuro Monse tranquila
-
Conéctala!- ordeno Miguel
-
Miguel! Sufrimos daños aquí
abajo, y el agua se filtra!, no me gustaría estar aquí si la caldera explota
-
Cuanto tiempo tenemos?
-
20 minutos si la compuerta
resiste- pero un sonido hueco la hizo ponerse alerta. Bueno que sean 5
-
Ya oyeron a la chica!,
abandonen la nave!- ordeno Miguel
-
Monse la alarma!- le ordeno
Evangeline, pero la chica hacia una llamada- Monse!
-
Luego te llamo- respondió Monse
apagando un nuevo cigarrillo- no no te llamo yo!
Las alarmas sonaron por toda la
nave, acompañados de la voz de Monse la cual indicaba a todo el personal
abandonar la nave, los cuales abordaron pequeñas naves donde cabían cerca de 40
personas o 50, los mini submarinos habían sido casi completamente destruidos y
ya no tenían armas, aunque el Leviatán parecía aun querer luchar, y destruyo
por completo el submarino principal, los demás pudieron escapar justo a tiempo.
Adentrándose en una grieta que los llevo por un túnel hacia una burbuja de aire
en el cual estaba la entrada a un pasaje que los llevaría a Atlantis.
Cuando desabordaron Yue encendió
una vela y la coloco sobre un platito en el agua, mientras Miguel dirigía unas
palabras para los que habían muerto, habían perdido a más de ¾ de la tripulación con la que habían
iniciado el viaje. Ahora la única esperanza era Ronald, el cual debía leer bien
ese diario para poder guiarlos a Atlantis sanos y salvos, Evangeline dio órdenes
para ponerse en marcha y todos partieron de ahí.
Fue un viaje pesado para todos ,
Ronald traba de interpretar lo mejor posible el diario, a la hora de la cena ,
cuando todos se reunían el se la pasaba repasando y estudiando, se alejaba de
la tripulación, así como la tripulación se alejaba de el.
-
Hemos sido un poco duros con el-
dijo Yue mirándolo de reojo- hay que darle una oportunidad
-
Tienes razón- respondió Jill- oye
Ronald por qué no te sientas con nosotros?
-
Enserio? No les importa
-
No, siéntate aquí- dijo Jill
ofreciéndole una roca
-
De verdad es un honor que me
incluyan en su grupo- sonrió sentándose, pero Nate le puso un cojín gaseoso
cuando se sentó y hecho a reír
-
Nate!!- le reclamaron todos
-
Perdóneme, no lo resistí!- dijo Nate
entre risas
En ese momento Yukki llego a
servirles la cena, la cual consistía de carne quemada casi siempre o con mucha
grasa.
-
Oye Ronald nunca sueltas ese
libro?- le pregunto Jill
-
Di, debes haberlo leído unas 12
veces- agrego Yue
-
Es que no comprendo algunas
cosas, - respondió Ronald pasando las paginas, en esta parte el pastor describe
algo llamado el corazón de Atlantis, pero después no dice nada, como si faltara
una pagina
-
Niño relájate… no nos pagan tiempo
extra- respondió Roxte
-
Lo se lo sé, pero oigan ese es el
objetivo no? Acción, aventura… a no ser que lo hagan por… plata
-
Plata- respondió Jill
-
Plata- agrego Yue
-
Plata- murmuro Nate
-
Yo voy a decir…. Plata- dijo
Roxte
-
Eso pensé- murmuro Ronald
quejándose de un dolor en el cuello
-
Te pasa algo en el cuello?- le
pregunto Yue
-
Si me golpee cuando- no pudo
terminar cuando Yue lo tomo de la cabeza y le trono el cuello a ambos lados-
auch!
-
Mejor?
-
Si estoy mejor- dijo sobándose-
como hiciste eso
-
Lo aprendí de una tribu con la
que estuve
-
No te creo
-
Me crie con ellos, mi padre era
medico cuando llego a ese territorio, ahí conoció a mi madre, me enlistaron en
la escuela de medicina, un día estudiaba anatomía y al otro curaba soldados
heridos de guerra- respondió, en ese momento Yukki llego ofreciendo mas comida
a lo que todos se negaron
Levantaron el campamento, pero
aprecia que Ronald tenía problemas para levantar su tienda a lo que Roxte le
ayudo.
-
Gracias no acampaba desde que… mi
abuelo me llevo- sonrió Ronald con nostalgia
-
Jamás hable con tu abuelo, como
era él?- le pregunto Jill levantando su tienda
-
Era u gran señor, mis padres murieron cuando era
pequeño y él me crio- dijo Ronald riéndose
-
Qué pasa?
-
Nada solo.. recordé algo, cuando
era niño fuimos a acampar a un rio, y entonces vi algo brillante en el agua,
una punta de flecha, mi abuelo se emociono como si hubiera encontrado una
civilización perdida- dijo mirando a Jill- oye Jill, no te ofendas pero como
una chica de tu edad se convirtió en jefe de mecánicos de una expedición
-
Estoy aquí desde que papa murió,
pero lo curioso es que el solo quería tener varones que pudieran hacer lo que a
él más le agradaba, que cuidaran de su familia, su fortuna, y siguieran sus
pasatiempos como lo eran las comunicaciones, la geología y la mecánica, pero..
solo nos tuvo a mis hermanos mayores y a mi
-
Así que tus hermanos…?
-
Alexander cuida de nosotros y de
la fortuna y los negocios, incluso está a punto de casarse, mientras que mi
hermana mayor es la encargada de comunicaciones, la conoces, Monse di Rousseau…
y mi hermanito- Jill suspiro sonriendo- bueno solo te diré que lo conoces –
respondió Jill recostándose
Monse paso delante de ellos con
una mascarilla y el cabello amarrado en tubos de belleza y con un cigarro en
los labios
-
Y su pijama Monse?- le pregunto
Ronald
-
Yo duermo desnuda- respondió
caminando
Ronald la miro con sorpresa
mientras que Yue le arrojaba un antifaz
-
Creo que te va a faltar esto, es
sonámbula- le dijo riendo
-
Pues mi historia es volar todo en
pedazos- respondió Roxte acomodando el antifaz
-
Por favor Roxte… se franco con
el- dijo Yue seriamente jalando el antifaz y soltándolo de golpe
-
Mi familia tenía una florería,
ahí vendíamos rosas, claveles, girasoles y cosas de esas, en fin un día
estábamos haciendo unos 3000 ramilletes para un baile, de esos que las chicas
usan y todo el mundo llega donde esta? Cuando esta? Combina con mi vestido? Una
pesadilla, y luego en la casa de lado había una fuga de gas o algo así y BOOOOM
no mas lavandería china- dijo Roxte- Salí volando por la ventana de enfrente, para
mí fue como una señal del cielo mi vocación estaba en el boom.
Ronald vio a Nate cavar un hoyo
en la tierra y meterse en el
-
Y Nate cuál es su historia?
-
Hazme caso no quieres saberlo-
respondió Yue- Jill no le digas, no debiste decírmelo nunca y ahora te lo digo,
no escuches nada!- Yue apago la lámpara de aceite para poder dormir.
En la madrugada, Ronald despertó
por causa de necesidades fisiológicas que no lo dejaban dormir, pero un descuido
de su lámpara de mano molesto a unos pequeños insectos, cual no fue la sorpresa
de Ronald que al golpearlos esos estallaba en llamas, y poco a poco fueron
quemando el campamento.
-
Fuego!! Fuego!!!- grito corriendo
despertando a todos
-
Knox vuelve a tu cama!!!!- le
reclamo Miguel molesto, percatándose de lo que sucedía
-
Hay que apagar se incendio!!-
ordeno Evangeline
-
No hay tiempo hay que entrar a
esas cuevas muévanse ya!- ordeno Miguel señalando unas cuevas al otro lado de
un puente de roca.
Se pusieron en marcha , pero los
insectos los seguían, varios camiones explotaron causando el derrumbe del
puente, la gravedad los llevo a todos al fondo del abismo.
-
Ya que alguien diga algo- dijo
Miguel encendiendo un fosforo- solo los vivos- Todos se quejaron por el dolor- Jill
un recuento de los daños- dijo encendiendo una lámpara de mano
-
No son tantos como parecen, dos unidades hechas
pedazos, pero parece que la excavadora aun funciona, caímos en algo suave por
suerte- respondió Jill
-
Parece ceniza- dijo Nate mirando
el piso estamos en la base de un volcán- dijo, Evangeline disparo una bengala
hacia arriba
-
No tiene fin-murmuro viendo la bengala
solo hacerse pedazos sin llegar a algo solido
-
El magma se solidifico en la cima
del cráter volcánico bloqueando por completo la salida
-
Alto!- dijo Yue . quieres decir
que este volcán puede volar en cualquier momento?
-
Para eso necesitaría una fuerza
explosiva de gran magnitud- respondió Nate, todos miraron a Roxte el cual
atornillaba un grupo de cartuchos de dinamita
-
Debería hacer esto luego he?
-
Seguiremos de aquí- dijo Miguel-
que opina compañero Knox?- no hubo respuesta- Knox!
Ronald había caído lejos de ahí,
y se había golpeado con una roca, cuándo abrió los ojos, vio que estaba rodeado
de extraños con grandes mascaras y que les brillaban los ojos, intento huir
pero tenía una fea herida en el brazo.
Uno de ellos se acerco a él, y se
levanto la máscara, dejando ver el rostro de una hermosa chica de cabello negro
y bellos ojos azules, usaba vestimentas como primitivas o de alguna tribu, se
acerco a él colocando la punta de su collar, un cristal brillante, en la
herida, después colocando su mano en ella, la herida de Ronald desapareció de
inmediato, la chica le sonrió y volvió a ponerse la enorme mascara.
Un ruido los alerto, los extraños
huyeron mientras Ronald los seguía al final de la cueva, se quedo paralizado al
ver lo que tenía enfrente, justo cuando los demás compañeros de expedición
llegaban con él, nadie podía dar crédito a lo que veían.
Delante de ellos había una enorme
plataforma circular de la cual caía una enorme cascada de agua hacia un rio de
lava, el vapor que esto causaba hacia ver las enigmática aquella ciudad que se
veía a lo lejos coronada por un enorme santuario de altas torres.
-
Es muy hermoso!- exclamo Jill
-
Tengo que admitirlo Ronny, lo
lograste- le dijo Yue, pero se vieron rodeados por unos sujetos extraños con
mascaras- retiro lo dicho
La líder de ellos comenzó a
decirles algo en antiguas palabras, que nadie entendía, nadie excepto Ronald
que comenzó a hablar con ella. La chica se quito la máscara, era la misma que había
ayudado a Ronald antes, ambos discutieron un rato hasta que acabaron por
entenderse, al parecer conocían muchas lenguas.
-
Tal vez uno de ellos hable
español- dijo Miguel- somos exploradores del mundo exterior… venimos en paz
-
Bienvenidos a la cuidad de
Atlantis- los saludo la chica – vengan deben hablar con mi padre- le dijo a
Ronald tomándolo de la mano y guiándolos a la cuidad.
Cuando llegaron al palacio los
guardias abrieron paso a la que parecía, era la princesa de aquel reino, en su
idioma la princesa los presento pero parecía que al rey no le agradaba nada el
asunto de tener a extraños ahí.
Ronald lo miraba de reojo, el rey
y su hija eran tan idénticos, ambos tenían el cabello largo y negro y los
mismos ojos azules.
Pero Miguel pareció no entender
que no era bienvenido por el rey.
-
Majestad, en nombre de mi
tripulación quiero darle gracias por esta bienvenida
-
No sé porque piensan que son
bienvenidos
-
Majestad hemos venido desde muy
lejos buscando…
-
Yo sé lo que buscan, y no lo
encontraran aquí- respondió el rey
-
Pero somos exploradores hombres e
ciencia
-
Y aun así vienen armados?
-
Las armas son solo para eliminar
obstáculos que puedan surgir
-
Hay obstáculos que no pueden ser eliminados
con la fuerza bruta … regresen con su pueblo deben dejar Atlantis ahora
-
Le pido entonces que nos conceda
una noche, nos daría tiempo de descansar y reabastecernos
-
Está bien solo una noche- respondió
el rey
Todos se retiraron mientras la princesa
los veía marcharse.
-
Te has suavizado Asaine, hace
1000 años los habrías asesinado sin compasión- le dijo el rey recostándose para
descansar
-
Hace 1000 años las calles tenían
luz, y nuestro pueblo no tenía que buscar comida en una cuidad hecha pedazos
-
El pueblo está contento
-
No conocen algo mejor, fuimos un
gran pueblo y ahora vivimos en ruinas
-
Aquí estamos bien
-
Aquí nuestra vida agoniza
-
Aquí nuestra vida se conserva,
Asa, cuando subas al trono lo entenderás.
El grupo de Ronald también estaba
desconcertado de que tuvieran que irse, por lo cual le dijeron a Ronald que
hablara con la princesa que al parecer era la única que los apreciaba en la
cuidad realmente.
Ronald planeaba como hablar con
ella , la vio salir de la cámara del rey , y se escondió a esperarla, pero
cuando menos lo pensó, la princesa ya no estaba frente a él. Ronald salió de su
escondite revisando el lugar, y la princesa cayo detrás de el cubriéndole la
boca
-
Tengo preguntas que hacerte y no
te marcharas hasta que respondas- le dijo al oído- acompáñame- le dijo
llevándoselo de ahí
Ambos se alejaron a un sitio
alejado y solitario, donde podían hablar tranquilos
-
Tengo tanto que preguntarte sobre
tu mundo- le dijo la princesa- en qué lugar naciste? Cuando retrocedieron las
aguas? Como…?
-
Un momento yo… también tengo
preguntas que hacerte, que tal si preguntas tu, luego yo y así… tu me entiendes
-
Adelante, cuál es tu primera
duda?- le pregunto ella
-
Amm… no lo sé… cuando llegaste
aquí? Bueno no tu precisamente, tu cultura, como es que esto… termino aquí?
-
Se dice que los dioses envidiaban
Atlantis, enviaron un gran cataclismo y nos pusieron aquí- suspiro caminando-
solo recuerdo que el cielo se obscureció y la gente gritaba y corría, luego una
brillante luz como una estrella flotando sobre la cuidad, mi padre dice que mi
madre entro en ella, jamás volví a verla.
-
Lo siento mucho, se lo que se
siente ya que tampoco yo tuve padres… un momento!, lo viviste y por eso
recuerdas? Eso es imposible ya que deberías de tener 85 u 88 siglos de edad
-
Si- sonrió ella
-
Oye… no se notan- dijo Ronald
mirándola de arriba abajo- quieres preguntar tu?
-
Como llegaron a Atlantis exactamente?
-
La verdad no fue fácil, sin este
libro no hubiéramos podido- dijo Ronald mostrándole el diario, ella lo tomo y
lo hojeo
-
Segunda pregunta, el pastor describe
algo llamado el corazón de Atlantis…
-
De verdad… entiendes esto?
-
Si soy lingüista es lo que hago
mi trabajo
-
Aquí esto lo entiendes?!
-
Si entiendo su escritura igual
que tu- dijo pero se percato que ella no lo entendía en absoluto- no lo
entiendes cierto?
-
Claro que no, esos conocimientos
se hundieron en la época del mevelmoc- dijo encogiéndose en hombros
-
Oh.. la inundación
-
Muéstrame- dijo dándole el diario
Ronald leyó la pagina que tenía
enfrente, mientras que la princesa caminaba a su lado traduciéndolo, lo miro
entusiasmada y lo llevo a otro lugar diciéndole que le mostraría algo, Ronald
se sorprendió al ver que se trataba de una especie de vehículo, solo que según
ella no quería funcionar. Pero gracias a la ayuda de Ronald ambos echaron a
andar esa nave con ayuda del cristal de ella. Solo que… se estrello por un
accidente.
Después de eso, ambos caminaron
por la ciudad en la cual ella le mostraba parte de su cultura, ambos se habían
presentado ya, y durante la cena Ronald le hablaba a ella de aquella
expedición.
Ronald jamás había esperado
encontrar personas en aquella ciudad, solo ruinas y vasijas de cerámica. Pero
la princesa le dijo que su pueblo decaía cada día que pasaba, y que creía que
el podría ayudarlos si tan solo veía un mural lleno de escritura y pintura.
Ronald acepto y ella lo guio después de un largo trayecto nadando por debajo
del agua, llegaron a un área donde se podía respirar, pero el mural estaba
sumergido por lo que tenían que bajar de nuevo, con un par de sumergidas Ronald
se dio cuenta de que lo que buscaba y la estrella que Asaine había visto eran
lo mismo y eran la fuente de vida de toda la cuidad. Pero no sabían dónde
estaba ya que al parecer al diario le faltaba una página muy importante.
Ambos regresaron, pero cuando
salieron a la superficie Ronald se llevo la desagradable sorpresa de que sus
compañeros no eran más que mercenarios, cada uno de ellos, y Miguel tenía en su
poder la hoja faltante del diario. Ronald se negaba a trabajar para ellos pero,
cuando vio que la vida de la princesa corría peligro acepto traducir la página.
El grupo de bandidos llego ante
el rey, Evangeline tenía atrapada a la princesa y la amenazaba con un arma.
-
Díganles que suelten sus armas-
le dijo al rey mirando a los guardias, el rey Saine no tuvo más que obedecer-
registren todo!- ordeno
-
No me hagas enojar niño!- le
reclamo Miguel a Ronald- tiene que haber otra cosa
-
Pues no la hay, solo dice, el
corazón de Atlantis esta en los ojos de su rey
-
Pienso que nuestro amigo el rey
puede ayudarnos en nuestra búsqueda- dijo acercándose a Saine- dígame majestad…
donde está el cristal que busco?
-
Solo se destruirán- les advirtió
-
Tal vez no fui muy claro!- dijo
Miguel dándole un fuerte golpe a Saine en el estomago con algo bastante duro
Saine cayó al piso por el fuerte
golpe, por el paso de los años el se había debilitado de sobremanera, y ese
golpe había sido demasiado para él.
-
miguel esto no era parte del
plan- le dijo Yue inclinándose al lado de Saine
-
te sugiero que dejes ese gran
corazón que no es digno de un mercenario- le dijo Miguel sentándose en el trono
del rey- ahora voy a contar hasta 10 y espero que nuestro amigo el rey nos diga
lo que queremos- dijo apuntándolo con una pistola- 1…2… 9… di…
Miguel dejo de hablar,
percatándose de que en el estanque frente a él las rocas estaban acomodadas de
la misma manera que la insignia de la portada del diario, exceptuando por el círculo
central
-
el corazón de Atlantis esta en
los ojos de su rey- murmuro – lo tengo ahí esta- dijo aventándole el diario a
Ronald
-
Miguel por última vez no tiene
idea de que haría con tanto poder
-
Habrá que averiguarlo pero tengo
en mente varias cosas que pagar y hare lo que sea por averiguarlo- dijo
Evangeline acercándose a ellos, bajo la superficie estaba oculta una plataforma
circular donde cabían 4 perfectamente.
La plataforma bajo hasta una
cueva oculta bajo la cuidad, delante de ellos flotaban unas rocas talladas con
rostros las cuales ocultaban una especie
de esfera de energía, Asaine observo sorprendida ya que ellos eran los reyes del
pasado, se dejo caer al suelo orando un poco. Miguel observo esta acción con
desprecio y le dijo a Ronald que la parara en ese momento mientras pateaba una
roca a un estaba que debajo de aquella esfera. De inmediato unos rayos rojos
aparecieron y comenzaron a buscar algo, deteniéndose sobre la princesa, el
cristal de su cuello, como siglos atrás había pasado con su madre, se elevo en
dirección de aquel cristal, camino lentamente como atraída hacia él.
-
Ahora que sigue?- le pregunto a
Ronald
-
Es un cristal gigante que flota a
15 metros sobre nosotros sobre una fosa de agua sin fondo, eso no te sorprende?
-
Lo único que me sorprende es que
sigas hablando y esa cosa no esté en uno de los camiones, ahora muévela!
-
No sé cómo moverla no se que la
mantiene allá arriba- dijo en ese momento Asaine paso a su lado , deteniéndose
al borde del y en su idioma le dijo a
Ronald que todo estaría bien.
Asaine camino sobre las aguas sin
despegar su vista de aquella esfera mientras los rayos ahora de color azul ce
cerraban ante ella, y comenzaba ser
traída hacia el cristal. Las rocas comenzaron a girar alrededor por un tiempo, mientras
aquel cristal se fusionaba con el cuerpo de la princesa. Cuando todo termino,
el cuerpo de Asaine era de color azul brillante, como si ella fuera de cristal,
camino de regreso hacia ellos sin decir nada, simplemente dejo que Miguel y sus
hombres se salieran con la suya.
Ronald les restregó a todos que
estaba a punto de acabar con una civilización entera solo por dinero, Miguel
estaba cansado de eso y de las charlas moralistas de Ronald por lo que
simplemente le dio un golpe en la mejilla dando la orden de marcharse.
Jill suspiro y bajo del auto
ayudando a Ronald a ponerse de pie, después Roxte, Yukki , Nate y Monse se
unieron a ella. Miguel solo dijo que eran unos tontos y se marcharon de ahí con
el cristal, los collares de todos se apagaron lentamente, y la enorme cascada
se seco, Ronald trato de seguirlos pero Roxte lo detuvo justo cuando exploto el
puente.
-
Ahora si has lo que quieras- le
dijo a Ronald, justo cuando Yue lo llamaba
Ronald fue a donde estaba el y el
rey, Saine enserio se veía muy mal, Ronald suspiro se sentía culpable por ello.
-
Como esta?
-
Es una hemorragia, no puedo hacer
mucho- respondió Yue- no te sientas culpable, el buscaba el cristal desde
Islandia
-
Cristal? Eso es , Yue estos
cristales tienen una especie de energía que cura, los vi funcionar
-
No- lo detuvo Saine- donde esta
mi hija?- pregunto
-
Ella se…- trato de decir Ronald
-
Ella fue elegida como su madre
hace siglos
-
Espere la eligió? Esa cosa tiene
vida?- pregunto Ronald
-
Algo así, el cristal se alimenta
de la energía de los que precedieron elige a un portador de sangre real, no
aceptara otro, a cambio proporciona longevidad, fuerza, protección. con los
siglos creó su propia conciencia, en mi arrogancia quise usarlo como un arma
para la guerra pero su poder fue
demasiado para controlarlo nos absorbió y nos llevo a nuestra destrucción… y
para evitar que Asaine sufriera el mismo destino que mi amada esposa
-
De qué habla? Que pasara con Asa?
-
Si permanece unida al cristal
será absorbida por el… para siempre- se quejo Saine- el amor de mi hija es todo
lo que me queda mi carga iba ser suya cuando el momento llegara, pero ahora
recae en ti- dijo Saine dándole el cristal a Ronald
-
En mi?
-
Recupera el cristal, salva
Atlantis …salva a mi hija
Saine apretó la mano de Ronald y
expiro su último aliento. Yue guardo sus cosas suspirando resignado al no poder
hacer nada.
-
Y que vas a hacer?- le pregunto a
Ronald
-
Disculpa?
-
Te seguí hasta aquí, y no me iré,
es tu decisión
-
Es mi decisión? Creo que ya viste
lo efectivas que mis decisiones pueden ser, en resumen lleve a un grupo de
bandidos al hallazgo arqueológico más grande de la historia provocando que
raptaran o mataran a la familia real además de poner personalmente la fuerte de
poder más grande en manos de un
mercenario que ahora se los venderá ¡!!!!! Se me olvido decir algo??
-
Incendiaste el campamento y nos
metiste en un agujero- respondió Yue ladeando la cabeza, tomo el diario que
Ronald había arrojado y se lo regreso a Ronald- un hombre me dijo un día que
cuando llegas al fondo lo único que queda es subir
-
Quien te dijo eso?
-
Un hombre llamado Erick Knox
Ronald respiro profundamente y
apretó el cristal en sus manos para salir del palacio.
-
A donde vas?- le pregunto Jill
-
Voy a seguir a Miguel
-
Ronald estás loco
-
No dije que fuera prudente… pero
es lo correcto Jill
-
Caminen vamos a cuidar que no se
lastime- dijo Jill siguiéndolo, y viéndolo trepar a una especie de pez de roca-
Ronald que haces?
-
Síganme y ya- dijo haciéndolo funcionar como asa le había
enseñado- es fácil lo que tienen que haces es…
-
Si si ya entendí- dijo Jill
tocando la placa brillante, el vehículo se levanto y se echo hacia atrás
estrellándose
-
Oye Ronald tienes uno deportivo?
No sé como un atún- le dijo Roxte
-
Que hay que hacer?- le pregunto
un guardia
-
Es fácil solo tienen que usar los
cristales, Asa me enseño- dijo mostrándoles
como, pronto muchos vehículos flotaban sobre la ciudad- este es el plan,
salvaremos Atlantis, recuperaremos a la princesa o moriremos en el intento-
dijo Ronald echando a andar
Ronald planeo un ataque sorpresa
pero Jill suspiro diciéndole que Miguel estaría esperando y que estaba armado.
Se acercaron justo cuando miguel desplegaba un enorme globo y comenzaba a
elevarse para salir de ahí, Miguel al verlos indico que los acabaran a todos.
Ronald planeaba cada movimiento
que hacía, apoyándose de Roxte, decidieron distraer a Miguel mientras Jill y Yue
cortaban las cadenas que sujetaban aquella caja donde tenían a la princesa. Y así
lo hicieron.
-
Alguien está trabajando tiempo
extra- dijo Miguel al ver a Jill
-
Dijiste que esto cortaba un fémur
en 28 segundos!- se quejo Jill tratando de cortar las cadenas
-
Deja de hablar y corta
El vehículo a su lado exploto ya
que Evangeline los había arrojado un misil el cual estuvo a punto de golpear a Jill.,
-
Vámonos ya no hay tiempo- dijo Yue
tomando a Jill y llevándosela en su vehículo flotante
Ronald en un intento desesperado
se estrello de frente con una parte del globo de Miguel haciendo que perdiera
altura. Miguel se percato de ello.
-
Aligera la carga!- le ordeno a
Evangeline la cual arrojo todo lo que pudo
-
Es todo a menos que quieras
saltar- le dijo quitando un mechón de su cara
-
Las damas primero- murmuro tomándola
de los hombros y arrojándola a vacio
Evangeline logro sujetarse de una
barra de metal y regreso para darle una paliza a Miguel.
-
Dijiste que estábamos en esto
juntos! Me prometiste un porcentaje!- le reclamo pateándolo pero miguel tomo su
pie y la arrojo de nuevo
-
La próxima vez pídelo por
escrito.- le dijo y la arrojo de nuevo- no es nada personal- se rio, en ese
momento Ronald lo golpeo .
Después de una pelea entre ambos
en la cual Ronald no tenía posibilidades de ganar en absoluto, y varias veces
estuvo a punto de caer del globo.
Mientras Evangeline llevo su mano
a su disparador de bengalas y quejándose de dolor apunto al globo
-
No es nada personal- dijo
apretando el gatillo golpeando de lleno el globo el cual comenzó a descender
mas rápido
Esto puso de malas a miguel el
cual de dispuso de una vez a acabar con Ronald ya que lo culpaba de todo lo que
pasaba en ese momento, pero rompió la ventanilla de la caja cuando intento
golpear a Ronald, y este logro toar un fragmento de cristal hiriendo a miguel
con ella, de inmediato el poder del cristal de Atlantis lo absorbió dejándolo
petrificado por un momento. Pero aun
intento atacar y Ronald en un intento por huir logro que la hélice golpeara a Miguel, rompiéndolo como si fuera
de vidrio.
La caja de la princesa cayo y
Ronald lucho por moverla antes de que el globo en llamas le cayera encima, este
incidente causo que el suelo se resquebrajara poco a poco, el volcán estaba
despertando por esa explosión.
Ronald se dio prisa y coloco una
cadena alrededor de la caja y salto sobre ella,
mientras regresaban a Atlantis seguidos por un rio de lava.
Llegaron a la cuidad mientras Nate
no dejaba de exclamar que la lava liberaría su energía pronto haciendo volar la
pared, Ronald libero a Asaine la cual solo hizo surgir las antiguas rocas del
fondo de la ciudad.
Se elevo a los cielos con ellas y
como siglos atrás su madre había hecho su madre, revivió a las estatuas de la
cuidad las cuales formaron la esfera que los protegería de la lava ardiente, la
cual se seco de inmediato y se comenzó a resquebrajar poco a poco, la cascada
volvió a fluir y creo nubes de vapor al estar en contacto con la lava.
Un rayo de luz conecto a las
nubes con la tierra, Ronald vio descender a Asaine inconsciente y se acerco
para atraparla antes de que callera al suelo. Asaine lo abrazo alegre de verlo.
Ronald levanto un poco la mirada percatándose que nuevas ruinas de la cuidad se
veían y esta estaba en mejor estado.
Asaine le agradeció a los
compañeros de Ronald obsequiándoles cristales y algo de oro, además de
proporcionar ayuda para que regresaran a salvo a la superficie. Ronald se
despidió de ellos ya que él pensaba quedarse en ese lugar con el que siempre
había soñado al lado de la mujer que amaba. Fue una emotiva despedida, dejando
que sus compañeros regresaran y pudieran entregarle a Alexander aquella prueba
que tanto deseaba, justo con una nota en la cual Ronald agradecía todo lo que
había hecho por él y por su abuelo.
Asaine se convirtió en la reina
de Atlantis y tallo para su padre una roca con un rostro similar al de el la
cual se elevo uniéndose a los grandes reyes del pasado. Asaine y Ronald
treparon una estatua gigante mientras veían como se elevaba aquella roca, ahora
todo había cambiado y la cuidad estaba mejor que antes, aunque para ello se
habían necesitado muchos sacrificios, y solo con ayuda de Ronald podría sobre
llevar el dolor de la pérdida de su padre.