jueves, 16 de mayo de 2013

Sentimiento Oculto Parte 4


Leonard se enfureció con él, Saine se puso de pie y salió de la mansión con Leonard, habían mencionado algo de un talismán que Saine no podía tocar, como sea a Jill no le importaba, regreso a su habitación aun enfurecida, las lagrimas caían por sus mejillas formando gruesas líneas, cerró la puerta de su habitación liberando una fuerte ola de energía la cual rompió la ventana, partió en dos el biombo y destrozo el sofá y el tocador.

Alexander entro poco después de oír el estruendo, se acerco a ella preocupado, Jill lo miro con los ojos llorosos, intentando fingir que no pasaba nada. Alexander limpio las mejillas de Jill.

-          Dime una cosa pequeña ¿hay algo que te gustaría decirme?- le pregunto abrazándola, Jill oculto su rostro, quería decirle como se sentía, aquel vacio en su pecho era insoportable- Vamos a mi habitación, dejaremos que Yue se encargue de limpiarlo todo- la tomo de la mano y salió con ella hacia su habitación – y bien?- le pregunto esperando conseguir respuestas,

Jill lo miro fijamente y se soltó llorando en sus brazos, necesitaba desahogarse, pero las lagrimas solo aumentaban el dolor que sentía

-          Tranquila Jill, todo estará bien. Ahora ¿podrías explicarme que ocurre? De lo contrario no podre ayudarte

Jill lloro hasta quedarse dormida, ya no tenía más fuerzas para nada mas, Alexander la dejo descansar saliendo de la habitación.

Despertó poco rato después, se sentía pésimo, o peor, paso sus manos por su cuello buscando su collar, pero... no lo llevaba con ella, sintió un nudo en el estomago, no podía perder también eso, salió de la habitación de su hermano y fue a la suya propia, busco en todos lados pero no tuvo resultado alguno, después bajo a la sala de descanso al comedor el pasillo, nada, no estaba en ningún lado, solo restaba la cocina.

Cuando llego vio a su hermano lleno de chocolate y como Yue le quitaba una gota de chocolate que caía por su mejilla y después lo llevaba a sus labios, Jill agacho la mirada conteniendo las lágrimas que amenazaban con salir de nuevo. Saine estaba en la entrada de la cocina noto las expresiones de Jill, y tomo su brazo para evitar que se fuera, pero Alexander se molesto ante esto y le dijo a Saine que lo acompañara, soltó a Jill y subió con Alexander.

Jill trato de no ver a Yue de frente, busco con la mirada más tampoco lo encontró, suspiro resignada sentándose en un banquillo, sus ojos estaban llorosos de nuevo, ese no había sido su día, había recibido un duro golpe al corazón, Saine la había hecho sentir peor aun y ahora perdía su collar.

-          pequeña dama, busca algo....??- le pregunto Yue acercándose a ella-  no se preocupe, solo cuente hasta 10, y aparecerá

Jill sonrió de medio lado, había perdido muchas cosas ese día, Yue cubrió los ojos de Jill y esta comenzó a contar, Yue coloco el collar de Jill en su cuello sin que esta lo sintiera, ella abrió los ojos cuando termino de contar

-          Listo, my Lady Jill-sama... ahora dígame, que estaba buscando?- le pregunto el mayordomo
-          buscaba mi collar – respondió Jill levándose sus manos al cuello, sintió el collar con el dije de plata pegado a su piel, sus ojos se pusieron acuosos- gracias Yue! Gracias de verdad!!- exclamo abrazándolo
-          no tiene porque agradecerme nada pequeña dama...- respondió Yue abrazando a Jill con algo de cariño mientras acariciaba su cabello azulino

Takurazuka ataco la mansión poco después, justo cuando un joven de cabello rojo bastante impertinente y grosero había salido de un medallón que Taku había dejado caer en la última batalla, ahora estaba de vuelta aun con intenciones de matar a la pequeña shinigami, Jill intento participar en la batalla pero algo la detuvo, un fuerte e insoportable dolor la invadió, al tiempo que su temperatura aumentaba, ella estaba a punto de crecer de nuevo, Yue y Leonard la escudaron, mientras que Saine y Roxte pelearon con ella haciendo que se marchara de nuevo.

Jill fue llevada a su habitación para que estuviera más relajada, el proceso de crecer era más doloroso en ella por ajuna razón, esta vez creció hasta tener una apariencia de 15 años, su cuerpo era visiblemente más desarrollado que antes. Pero también había incrementado su fuerza.

Pero ni siquiera ese cambio alejo sus pesadillas, ahora eran más reales que antes, no sabía qué hacer, no quería seguir soportando eso, pero... no sabía si seguir recurriendo a Yue como antes

Taku finalmente fue vencida al tercer enfrentamiento, justo cuando ella intentaba usar de títere a Leonard para atacar a Jill, estaba herida, y busco la manera de escudarse en el, Saine evito que Leonard hiriera a Jill, sirviendo el mismo de escudo, la guadaña del shinigami atravesó el pecho de Saine, Alexander se lanzo al ataque contra Takurazuka, pero su espada se clavo en el costado de Leonard. Roxte y Alexander se lanzaron nuevamente al ataque, atravesando el cuerpo de Taku completamente, acabando al fin con ella.

Regresaron a la mansión, Saine no dejaba de escupir sangre ni de sangrar en absoluto, Leonard tampoco estaba mejor, Jill estaba asustada, esta vez Yue no había estado en casa para ayudarlos, estaba en el inframundo cumpliendo una misión nuevamente, Jill no sabía qué hacer, el demonio podría curar a Leonard y a Saine sin duda, pero como llamarlo, como podría hacer que Yue llegara a ayudarlos?

Un espíritu apareció frente a ellos, se parecía a Taku de cierto modo, Jill se puso en guardia, pero aquella mujer no iba a amenazarlos, al menos no de muerte, sin embargo presiono emocionalmente a Jill usando sus confusos sentimientos en su propia contra. Alice, aquella mujer, dijo que solo podría salvar a uno de los dos, pero para ello debería elegir al que mas amaba, Jill se confundió mas, su cerebro daba vueltas, y su hermana Monse no fue de ayuda ya que la dejo sola cuando Roxte se la llevo de ahí. Jill no podía pedirle consejo a nadie, a pesar de lo que ella había oído decir a Yue, era inevitable, ella lo seguía amando, amaba a Yue con locura más que a nada en ese mundo, amaba a Yue desde que tenía memoria, sin embargo el tampoco estaba en ese momento, Leonard y Saine se morían por su culpa, y ella por su cuenta no podía hacer nada.

Alice siguió presionándola, aquel al que ella eligiera, aquel al que ella amara más seria el que se salvaría, que debía de hacer? Gritarle que amaba a Yue? Que amaba a su mayordomo y dejar que Saine y Leonard se murieran delante de ella? Eso era demasiado egoísta de su parte.

-          sálvalos a ambos- le suplicó con lagrimas en los ojos- sálvalos a ambos por favor... te daré mi sangre, mi cuerpo o mi vida... pero sálvalos a ambos
-          dime a quien amas...y sabes que te amara?..no me respondas..besa al que ames..y salvare a los 2.

Jill sintió como un fuerte golpe que la dejo sin fuerzas, como rayos le pedía tomar una decisión así, acaso ese maldito espíritu no sabía que además de Leonard y Saine también estaba Yue? Como podía entonces decidir? Si Yue estuviera ahí sería más fácil pero, estaba sola, y la vida de ellos dos dependían de ella.

-          no puedo.....aun no puedo tomar una decisión así.. aun estoy confundida no quiero lastimarlos!- Alice negó con la cabeza y siguió presionándola - como le pides a una niña que decida eso?- susurro - prométeme que salvaras ambos
-          solo puedo darte un poco más de tiempo, pero tarde o temprano tendrás que decidir- dijo antes de desaparecer, Saine y Leonard recuperaron el conocimiento

Jill se acerco a ambos, recordando los momentos que ha pasado con ellos, estaba terriblemente mareada, rezaba por que todo fuera un sueño, y que al despertar pudiera lanzar a Saine de la cama, que Yue fuera a llevarle el desayuno y a darle un baño, que Leonard entrenara con ella de nuevo.

-          Aun soy una niña- sollozo – como... como puedo hacer algo así? Aun... aun no puedo... yo.. yo no sé a quién debo.. entregarle mis sentimientos...
-          haz lo que tengas que hacer.... después de todo.. no puedo forzarte a nada, y sé que no eres Elise- murmuro Saine

Jill no soporto la presión, cayo inconsciente en ese momento, Saine la sostuvo en sus brazos, tenía la necesidad de beber la sangre de la shinigami, pero... no lo haría en ese estado.

Jill permaneció inconsciente unos momentos, por su cabeza resonaban las presiones de Alice, aun veía la sangre de ambos shinigamis correr, se vio a sí misma en un enorme charco de sangre, viéndolos morir a ambos sin que ella pudiera hacer nada. Vio a Yue detrás de ella de pie sin decir nada, quería gritarle pedirle ayuda, pero... su voz no salía de su garganta, aquella charla que había escuchado se repitió en su cabeza “a decir verdad, últimamente he estado perdiendo, eso a lo que le llaman sentimientos Bocchan...”, “se perfectamente mi posición como mayordomo de esta familia, y también se, que Lady Jill-sama será comprometida con alguna persona al igual que, a usted, Bocchan, la pequeña dama, está confundida con respecto a sus sentimientos, así que no veo el caso de hacer algo al respecto...”

“no veo el caso de hacer algo al respecto” aquella frase se repitió incontables veces en una milésima de segundo, Yue se lo había dicho, ella era la pequeña dama, solo la pequeña dama, Saine también se lo había dicho “Yue no corresponderá jamás a tus sentimientos, el no siente lo mismo por ti Alexander me lo dijo”  si eso era verdad, entonces que esperanzas tenia, romperle el corazón a Saine y Leonard solo para que se lo rompieran a ella? Era eso lo que verdad quería? El Yue que ella veía se dio la vuelta alejándose de ella, Jill lo llamo mas el no hizo ningún caso, lo llamo suplicando le ordeno que regresara mas nada funcionaba, Jill so siguió abrazándolo por la espalda, repitiéndole que lo amaba incesantemente, las lagrimas corrían por sus ojos mientras se lo repetía incontables veces.

-          Te amo.. Yue no me dejes no me abandones... yo te amo a ti por favor!”
-          Pequeña dama, está confundida con respecto a sus sentimientos, pronto será comprometida con alguna persona al igual que su hermano”
-          Pero yo te amo a ti, no quiero a nadie más entiéndelo, Yue... yo te amo!”
-          Pequeña dama solo está confundida, yo no tengo eso que llaman sentimientos, my lady, no veo el caso de hacer algo al respecto

Jill despertó sobresaltada, aquello había sido un sueño bastante real, estaba temblando, estaba llorando, su corazón estaba roto, lastimado, aquellas palabras habían sido tan reales y directas. Leonard entro a la habitación cargando a Saine el cual estaba inconsciente, Jill lo miro llorosa, cuando lo vio caer al piso se preocupo, pero lejos de ser algo grave, Leonard, al igual que Jill en días pasados creció hasta obtener una apariencia de 17 años, Jill lo abrazo asustada, había temido que de verdad estuviera en peligro de nuevo. Instintivamente beso los labios del shinigami.

-          Por favor no me abandones nunca- le suplico de manera mental- tu no me abandones

Leonard la abrazo correspondiendo a su beso, el shinigami creía que se trataba de un sueño, Saine despertó observando a Jill fijamente, tratando de adivinar que pasaba por la confusa mente de la shinigami, el estaba seguro que ella escogería a Yue, por que ahora estaba cediendo entregándose a ese mocoso, que había pasado desde que la dejo recostada en su cama?

Jill cerró sus sentimientos, eso sería algo que solo ella conocería, si bien jamás dejaría de amar a Yue con locura, el demonio no la vería de otro modo que como su ama, había hecho hasta lo imposible para que Yue entendiera lo que sentía por él, pero el demonio no había cambiado en absoluto.

Saine noto dolor en los ojos de Jill, bebió un poco de sangre de la muñeca de ella, sintiendo la confusión de sus pensamientos, ella amaba  Leonard de eso no había duda, pero aun así amaba a Yue, y ningún poder sobre el mundo humano, o inframundo cambiaria eso, pero ella había decidido guardarse lo que sentía a fin de cuentas.

Leonard le sonrió a Jill y le puso su collar en el cuello, después tomo su mano derecha en la cual tenia el brazalete.

-          Que ambos protejan tu sonrisa- murmuro alegre

Jill paso la noche con Leonard, aun así varios sueños incómodos invadieron sus pensamientos, no aun así, sentirse segura en brazos de Leonard la ayudo a dormir, era extraño ya que para Jill Leonard era un chico que ella debía proteger, y no al revés como ella realmente lo deseaba.

1 comentario:

  1. Mmmm... bueno, es extraño el capitulo, no se que decir, es raro en ciertos aspectos, pero bien... veamos que sigue

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