domingo, 19 de mayo de 2013

Sentimiento Oculto Parte 5


Jill despertó al día siguiente, Alexander había descubierto que había dormido con Leonard, al menos confió en ella cuando le juro que no había pasado nada malo, trato de compensar el coraje de su hermano preparando el desayuno pero... sin quererlo realmente lo único que logro fue hacer explotar la cocina, a que su hermana había averiado la estufa el día anterior.

Alexander bajo al oír la explosión y vio a su hermana cubierta de ceniza y con raspones y quemaduras, Jill se quejo lloriqueando, jamás había intentado acercarse a la estufa sin Yue cerca, ahora estaba toda raspada y el mayordomo seguía sin estar ahí, Alexander la abrazo preocupado y la mando a bañar para poder limpiar después sus heridas. Jill hizo caso y regreso a su habitación, noto que los frascos de las esencias estaban casi vacios, suspiro, realmente jamás los había visto vacios ya que Yue se encargaba de cambiarlos, además de que el mayordomo también la ayudaba a bañarse, sin embargo, ahora estaba sola para hacer eso. Se sumergió en el agua de la bañera obligándose a dejar de pensar.

Salió envuelta en su bata de baño y observo a Leonard dormir, al parecer estaba agotado, Jill comprendía que tal vez fuera el proceso de crecer, era muy doloroso y te dejaba debilitado, tomo un vestido y se cambio, y fue a la habitación de su hermano, pidiéndole que fueran de compras a la ciudad.

Después del desayuno se disponían a salir, a Alexander parecía distraído, y Saine actuaba muy tranquilo, Jill se sentía incomoda, pero no dijo nada, cuando iban saliendo de la mansión vieron regresar a Yue, Jill estaba dispuesta a saltarle encima para recibirlo pero, hubo dos cosas que la detuvieron, en primera, el mayordomo estaba cargando a una joven doncella que estaba inconsciente, y en segunda, recordó todas sus pesadillas de la noche anterior, a Yue dándole la espalda mientras escuchaba sus palabras repitiéndose como si fuera un eco “Pequeña dama solo está confundida, yo no tengo eso que llaman sentimientos, my lady, no veo el caso de hacer algo al respecto”

El mayordomo subió a la segunda planta para recostar a la joven invitada, Jill lo siguió con l mirada y salió con su hermano sin decir nada realmente, observaba atenta el camino ya que esta ve atravesarían en bosque a bordo de un cabriole. Jill parecía emocionada por momentos se olvidaba completamente de la confusión que sentía.

Saine por su parte se quedo en la mansión, usando de excusa que ayudaría a Yue con la invitada, pero él también se sentía dolido aun, no le apetecía ir con Jill y Alexander a la ciudad, sabía que Yue se había dado cuenta de la situación en cuanto había regresado, Yue le pidió a Saine hablar de algo importante, ambos se dirigieron a la sala de música, en la cual Yue comenzó a tocar el piano, parecía en trance aunque a veces parecía sacar todos sus sentimientos a flote con las teclas del piano.

-          primero... esta pieza, es de parte de mi... ya que ambos, hemos perdido ante un carita de perro faldero...- dijo Yue con ironía, sonriendo tristemente

Saine se sentó al lado del piano, pasando sus dedos por el aire como si el también tocara, al tiempo que un par de lagrimas resbalaron por su mejillas

-          que sucede Saine-san???.- le pregunto Yue con un tono de tristeza en la voz
-          sigo sin creer que he perdido contra un mocoso como Leonard...
-          jum, pues veamos... le trata con más respeto, se preocupa por ella... de plano es uke... mmmm.... al parecer, se nota que es la primera vez que se enamora de alguien... y por supuesto... no tiene rasgos familiares, ni pertenece directamente con la familia...- dijo Yue tratando de enumerar las faltas de Saine, mientras muraba a un punto vacio de la sala de música

Saine lo miro fijamente, si bien era cierto que el tenia lazos directos de sangre con la familia, eso no evitaba que se sintiera derrotado, además ver las expresiones dolidas del mayordomo lo molestaba también, Jill estaba sufriendo terriblemente por el aunque intentaba ocultarlo, aquella decisión precipitada de escoger a Leonard había sido por la presión de Alice, aunque Jill si amara al joven y torpe shinigami, ella aun amaba con locura a Yue, sin embargo el mayordomo parecía no querer darse cuenta de ello, a fin de cuentas fue él el que le dijo a Alexander que no había caso de hacer algo al respecto por Jill ya que ella seria comprometida y solo estaba confundida.

Leonard irrumpió en la sala de música antes de que Saine intentara golpear a Yue, Saine lo miro neutral, pero al parecer a Yue no le había agradado su presencia en  absoluto

-          Leonard-san... si nos hace el favor de salir de la sala, y dejarnos hablar a solas, se lo agradecería...- le dijo de una manera seca fulminándolo con la mirada
-          veo que te levantas tarde.. – dijo Saine sin mirarlo a la cara- Jill fue a la ciudad con su hermano.. por si la buscabas.. hay una porción de comida en la cocina.. espero que no te moleste que yo haya cocinado

Leonard salió de ahí un poco perturbado, al parecer las acciones del mayordomo y de Saine lo asustaron un poco. Alice apareció en ese momento reclamándole que habían asustado a Leonard.

-          no era mi intención asustarlo... posiblemente aun no cree que Jill lo escogió a él- murmuro Saine
-          al parecer,,, si, pero, después me tendré que disculpar con aquel crio...ya que, después de todo lo sucedido.. ya pertenece a la familia... no por completo.. pero, ya pertenece- dijo Yue  aun de una manera un tanto molesta, si siquiera voltear a ver a Alice
-          Taku...influyo demasiado en el..es poco probable que acepte a Jill rápidamente....es la primera vez que se enamora...pero está esperando el momento en que despierte...- respondió Alice tranquilamente
-          solo espero que con sus dudas no le haga daño a ella- gruño Saine, estas palabras parecieron molestar aun mas a Yue, además parecía no agradarle la presencia de Alice
-          vaya, sigue siendo una hembra, bastante molesta e irritante...- dijo sin medir sus palabras, no le importaba que pensaran de el
-          Dime estúpido primate...que se siente tirar al calabozo el destino de la noche?- le dijo Alice visiblemente molesta
-          a decir verdad... nada... hace mucho, que deje de sentir algo por los demás, pero, al parecer... no como yo creía... después de todo... en que me afecta... ??...- gruño Yue - Saine-san... no se preocupe por lo que tengamos que discutir esta cosa y yo, ya que, yo no hablare en lo absoluto con eso...- agrego señalando a Alice

Saine se interpuso entre Alice y Yue, el mayordomo suspiro tratando de guardar compostura y no perder los estribos, beso los labios de Saine al no tener una manera más segura de desahogarse, Saine lo miro con sorpresa, a lo que Yue solo le comunico el mensaje que debía entregarle de parte de Elise, la anterior esposa de Saine.

-          Saine-san... ella no quería que sufrieras más, ya que a causa de su muerte, fue tanto doloroso para ella, como lo fue para ti...así que... no te culpes por nada... ni te sientas de esa manera....espero que logres entender lo que te digo... – dijo Yue volviéndolo a besar, mientras aparecía el contrato que tenía con Elise y que lo une por sangre al resto de la familia, Saine vio la imagen de Elise
-          te amo, Saine-san... y por favor nunca lo olvides...espero que entiendas que lo que sucedió, no fue malo... así que... no te sientas triste, y tranquilízate... de nueva cuenta... te digo que te amo... y que siempre serás en amor de mi vida...- le dijo aquella imagen tan nítida de ella, Saine tenía un siglo de no contemplarla
-          Elise- susurro Saine -. El amor de mi vida... qué clase de tontería estuve a punto de cometer... querer suplantarte amor mío.... qué clase de maldito estúpido soy
-          Si, a decir verdad... fue un tonto... así como yo... jum... pero qué ironía...- dijo Yue, quedándose pensativo
-          un tonto igual que tu Yue?- pregunto Saine, ignorando que pensaba el mayordomo realmente, tal solo esperaba que no fuera nada relacionado a la tontería de Jill de querer ocultar lo que sentía
-          yo, al igual que tu, cometí un error, al querer solucionar las cosas por medio de mis sentimientos ... y de hechizos... pero todo fallo

Saine se sintió tentado a preguntar mas, quería saber más acerca de aquel error y quería preguntarle qué era lo que realmente sentía ante la decisión de Jill? de verdad la aceptaba con tanta facilidad solo por ser su pequeña dama? O era que sentía aunque sea un poquito de molestia por la manera en que había tratado a Leonard hacia un momento

Yue no respondió nada, Saine pregunto acerca de aquella chica que había llevado a la mansión, a lo que Yue solo se incorporo y salió de la sala de música para ir a ver como seguía, Saine fue tras él.

Durante ese tiempo Jill estuvo en la ciudad de compras con su hermano, parecía alegre al distraerse al ver las cosas que había en los distintos escaparates, e incluso le habían comprado ropa a Leonard ya que recientemente el también había crecido. Jill sonrió de medio lado debía estar contenta con su decisión más aun no estaba segura si había sido la correcta, a pesar de haberlo decidido ella, había sido bajo mucha presión, y aun estaba inquieta por algo.

Trato de no darle importancia para no preocupar a su hermano, el cual le compro un conejo Peter rabbit a su hermana, las expresiones de Jill eran muy infantiles, pero estaba encantada con su nuevo regalo, noto un peluche de un pequeño mapache en la tienda, le pareció curioso y muy similar a Leonard por alguna razón, regreso a la tienda a comprarlo y pedir que lo envolvieran para regalo.

Regresaron a la mansión, Jill se quedo dormida durante el camino recargada en el hombro de su hermano, Alexander la vio con ternura y apresuro el caballo para regresar pronto a la mansión.

Cuando llegaron, Alexander quería saber acerca de la nueva invitada que tenían, subió de inmediato dejando a Monse y a Jill charlando hasta muy entrada la noche. Jill esperaba cenar con sus dos hermanos pero Alexander jamás regreso, no fue hasta que Yue lego para indicarles que era hora de dormir que Jill se percato de lo tarde que era. Jill subió a su habitación sin decir nada más que buenas noches, se encerró recargándose en la puerta, aun recordaba a aquella chica que había visto en brazos de Yue, sintió algo en su interior mas no pudo saber que era exactamente, se acurruco en su cama abrazando su nuevo peluche, obligándose a no pensar en absoluto.

Por la mañana Jill despertó algo tarde, encontrando a sus hermanos y a Yue en el pasillo, al parecer hablaban de la nueva invitada, y que deberían de hablar con ella, saber un poco más y darle la bienvenida a la mansión. Jill noto a su hermano mareado y pálido, más que de costumbre.

-          Alex oniichan? Estas bien?- le pregunto, observo que Yue se disculpaba con el diciendo que había sido su culpa- por que es culpa de Yue san?
-          mm... será mejor que le esplique Alexander-sama... ya que, es un asunto no tan frecuente...
-          que sucede hermano?- pregunto Jill confundida
-          Bueno, Jill - dijo Alexander mientras entraban a la biblioteca - Así como tu alimentas a Saine, yo alimento a Yue, y últimamente ha estado bebiendo... digamos... más de lo que puedo resistir. Pero no te preocupes esta todo bajo control

Jill se quedo en una especie de shock al oír eso, aunque podría decirse que de un modo sabia que Alexander había estado alimentando a Yue con su sangre, se sintió un poco desplazada, ya que si Yue lo hubiera querido ella no se hubiera negado a alimentarlo con su sangre también.

-          enserio alimentas a Yue con tu sangre!!- exclamo Jill ante la confesión- sabes... hace unos días te hubiera tenido envidia hermano- dijo fingiendo una sonrisa
-          y ya no la tienes?- pregunto Monse jalando la mejilla de Jill, esta solamente agacho la mirada sin decir mucho
-          No veo porque me tendrías envidia. No duele lo que hace, pero me deja bastante débil. Terminaré anémico si sigue así- dijo Alexander tranquilo

Jill sonrió de medio lado llevando sus manos a su cuello, Leonard había mordido su cuello la noche anterior, e incluso había dejado marca, a diferencia de Yue que cicatrizaba las heridas al lamerlas, afortunadamente el collar de Jill ocultaba aquella mordida.

-          No me hubiera importado- murmuro Jill casi inaudiblemente
-          Bien  tenemos que hablar nuestra huésped. Según Yue la encontró ayer inconsciente cuando venia hacia acá, y al parecer su familia fue asesinada, así que hay que tratarla con tacto ¿Entendieron?
-          asesinada?- murmuro Jill sorprendida- prometo portarme bien con ella hermano

Esperaron a que Yue pudiera comunicarle a su invitada que los jóvenes amos querían hablar con ella, pero en ese momento llego un carruaje, bajaron a ver de quien se trataba, se llevaron una desagradable sorpresa al ver se trataba del prometido de Monse.

El tipo además de desagradable, era desesperantemente loco, además de que no dejaba de insinuarse a Saine y a Alexander, traía consigo un montón de cosas extrañas, un látigo que le regalo a Alexander y una cuerda que le dio a Saine, además de un collar con cadena que le puso a Jill.

La shinigami se molesto con él, estaba asustada por ese collar y por el extraño sujeto que tenían enfrente, Monse estaba molesta al igual que Alexander ya que no tenían tiempo de juegos, con ayuda de Saine lograron encerrar al loco en una de las habitaciones de servicio.

Aquel extraño sujeto no hizo más que causar alboroto, con el que Saine tuvo que lidiar, ya que Yue seguía ocupado tratando de hacer que la dama confiara un poco más en ellos, y accediera a hablar con Alexander y sus hermanas.

Al día siguiente al fin pudieron hablar con ella al atardecer, la joven lucia debilitada por no haber dormido en dos días, no había dejado de llorar en ese tiempo por la pérdida de su familia, la invitada se presento como Ángela Strauss, Alexander le ofreció su hospitalidad y apoyo en lo que necesitara. Pero al parecer la dama no pensaba quedarme más tiempo, Alexander trato de retenerla sin éxito hasta que Saine intervino, suplicándole que por favor se quedara esa noche, o ella correría peligro, tal fue la insistencia que Ángela accedió a quedarse.

Jill había bajado después de tomar un baño, al parecer intentarían hacer una fiesta de día de brujas, pero ella se sentía algo extraña, su cuerpo se sentía muy pesado, y sus ojos dolían y se nublaban. Sin quererlo se estrello de frente con Yue. Las mejillas de Jill estaban rojas no solamente de pena, Monse se les unió pero Jill no lograba saber de que hablaban, las voces se oían lejanas de pronto todo se volvió obscuro y cayó al piso.

Saine sintió la inestabilidad de la energía de Jill, se preocupo pero no dejo a la invitada sola en ningún momento, le pidió de manera mental a Yue que se hiciera cargo, cosa que el mayordomo atendió de inmediato cargando a Jill. Saine permaneció tranquilo aparentemente, esperando que el cuerpo de Jill no fuera tan débil como el de Elise.

-          al parecer enfermo de repente y temo que sea por sus inoportunas ocurrencias de alimentar a ese cachorro- suspiro Monse con algo de fastidio, pero de verdad estaba muy preocupada
-          mmm.. tal vez, además de alimentar a Leonard-san... puede que los síntomas representen que está esperando un hijo... no lo cree así???... Monse-sama...???-  dijo Yue, haciendo ese comentario fuera de lugar para tratar de calmar a Monse , Jill abrió los ojos levemente
-          acaso sabes algo de lo que debería enterarme?
-           QUE YO QUE!!!!!- exclamo Jill poniéndose más roja aun-  Yue que te hace decir eso de mi?- le pregunto de manera suplicante con los ojos llorosos- *que  sabes que puedes llegar a pensar eso de mi*- le pregunto mentalmente- * acaso Leonard te dijo algo?*
-          Pues... si hace lo mismo que Monse-sama... no me sorprendería que yo próximamente este cuidando o sus hijos Jill-sama o los hijos de Monse-sama...- dijo Yue recostando a Jill, y yendo al cuarto de baño por un trapo húmedo para colocárselo en la frente a Jill

Jill se sintió extraña, últimamente se había dejado llevar mucho con Leonard pero jamás habían llegado tan lejos como tener relaciones, ella aun era una doncella,  pero sí lo era o no eso no era lo que le preocupaba, lo que de verdad le incomodaba era que el mayordomo lo supiera y dudara  así de ella.

-          mmm... entonces... todavía faltará tiempo para que conviertan a Alexander-sama en tío???... o ya casi???...- pregunto Yue regresando, haciendo que Monse se apenara mas- *mmm... digamos que... solo sé lo que ocurre en la casa... y a veces... me hago el que no sabe nada...*- le respondió Yue mentalmente a Jill colocándole el trapo en la frente- *y además, Leonard-san, no es tan descortés, como para contarme eso, pero, al parecer, usted ya me lo confirmo al 100%*

Jill se sintió como cachorro regañado, de verdad esperaba que Yue la reprimiera en cualquier momento, ella deseaba que lo hiciera, sentía a Yue distante y sabía que era su culpa, y las cosas que hacía no eran precisamente las correctas para una damita de sociedad como ella.

-          *Entonces.. sabes lo que sucedió anoche en su habitación?*- le pregunto de igual manera que antes sus ojos estaban llorosos
-          *ara... entonces, lo que me acaba de confirmar es cierto, además de la pequeña aventura que tuvo ayer con el joven Leonard-san... mmm... tenga más cuidado con eso Lady Jill-sama...*- le respondió  tranquilamente sin inmutarse, vio a Monse dormida al lado de Jill - *vaya, por lo menos, en esta ocasión, no será el joven Leonard-san quien dormirá junto a usted Jill-sama *
-          lo siento... fue.. un impulso que no puede detener en ese momento.... y... al parecer tampoco leo-kun pudo detenerse... Yue... crees que soy mala?- l pregunto Jill tomando el borde del saco del mayordomo, haciendo que el trapo húmedo cayera de su frente- lo soy? Soy mala?- le pregunto de manera suplicante, sus ojos estaban llorosos

Yue miro con ternura a Jill, la cual lo seguía mirando de manera suplicante sin soltarle, a pesar de estar débil, se aferraba con fuerza del mayordomo

-          Jill-sama....usted aun es una niña, a pesar de haber crecido físicamente, en años no ha cumplido los años que aparenta, es decir, le falta experiencia, y vivir aun más su niñez.... a causa de que es una shinigami, su cuerpo se desarrolla más rápidamente, al igual que el de Leonard-san... pero eso no quiere decir que ya sea mayores de edad y que deban de portar con tantas responsabilidades....- comenzó a decirle de manera comprensiva-  tenga en mente... que es todavía una niña... y no se deje llevar por su apariencia.... fue lo mismo que le ocurrió a Alexander-sama... y el también carga con las responsabilidades de ser el jefe del hogar mientras no está Lord Hannibal-sama- agrego, Jill lo miro fijamente con sus penetrantes ojos verdes, observando atentamente los ojos carmesí del mayordomo, aferrándose con más fuerza- así que... no es mala... solo, es una joven shinigami, que está pasando por cambios mus rápidos... no se angustie por eso.... le dijo colocándole el trapo húmedo en la frente después de recostarla de nuevo

Jill sonrió dejando que Yue la recostara de nuevo, miro al mayordomo con una sonrisa ligera en sus labios.

-          que haríamos mis hermanos y yo sin ti Yue- le digo sonriendo- en ausencia de nuestros padres, prácticamente tu nos criaste....- murmuro- sobre todo a mi- pensó- gracias... Yue san
-          My Lady, no tiene porque agradecer... vivo para servir a la familia...y así trato de que todo marche como tal, pero siendo simplemente el mayordomo, no puedo darles ordenes a my ladies o a mis amos.... ya que yo solamente les sirvo...- dijo tomando el trapo de la frente de Jill y yendo a humedecerlo de nuevo al cuarto de baño

Jill estaba a punto de decirle a Yue que él no era solo un mayordomo, que ella no lo veía de tal manera, que él jamás había sido solo un mayordomo para ella que... era algo mas... pero justo antes de que abriera la boca para decir algo Leonard entro a la habitación preguntándole como se encontraba.

-          Jill!...por favor...recupérate...si?- le suplico Leonard temblando, parecía asustado por algo, Jill sintió ternura con él, siempre había sido así, Leonard despertaba en ella un instinto de querer protegerlo, ya que le causaba ternura
-          no te preocupes leo-kun... es solo un poco de fiebre que se niega a bajar- le respondió sonriendo con dificultad

Yue se dispuso a salir para dejarles espacio, Jill lo miro de reojo

-          si sucede algo... avíseme de inmediato...entendido??...- le dijo a Leonard, Jill intento incorporarse, era extraño que él se marchara, Jill estaba acostumbrada que cuando tenía fiebre Yue o su hermano cuidaban de ella, pero no trato de detenerlo, intento levantarse para ponerse algo más fresco para descansar Yue se acerco al armario de Jill y saco su camisón de dormir- Jill-sama, le quitare el vestido, para ponerle su camisón de dormir...para que descanse mejor...

Leonard no dejo de sujetar la mano de Jill, Yue los interrumpió para poder cambiar a Jill de ropa, Jill estuvo a punto de caer por la debilidad causada por la fiebre, Yue sostuvo a Jill y se cubrió los ojos para poder cambiarla de ropa, la dejo recostada

-          bien, espero que descanse... y duerma bien...- le dijo antes de salir de la habitacion

1 comentario:

  1. debo de empezar a hacer fragmentos mas grandes.. o esto acabara con mas partes que la biblia ._.

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