sábado, 6 de abril de 2013

La historia de Yue y Evangeline: Capitulo 1

Capitulo 1: El primer encuentro


Yue era el príncipe del inframundo. Sus poderes y habilidades lo hacían merecedor de la más alta estima, sobre sus hermanos, por parte de su padre


Pero cometió el error, según su padre, de enamorarse de una mujer maldita. A cambio de liberarla de la maldición su padre tomo su memoria, sus recuerdos y su amor por ella, y lo envió a entrenarse con Antare, el mesías del infierno, uno de los más antiguos y sabios seres del inframundo.

Antare alguna vez había sido humano, secuestrado por seres sobrenaturales, manipulado mágicamente y finalmente convertido en uno de los 12 mesías del infierno, criaturas sabias que trataban de mantener el equilibrio entre los distintos reinos del inframundo, sin influencia del bien y el mal, solo de que lo que era justo y equilibrado en el lugar donde vivían, casi como unos diplomáticos entre los distintos mundos.

Yue pasó con Antrae algunos años, al igual que su hermano Shai, aprendiendo todo lo necesario para ser el mejor, pero llegó el momento en el que tenía que regresar a su hogar sin recuerdos de la mujer que amaba, pero más poderoso de lo que su padre hubiese imaginado.

***

Pasaron algunas décadas y Antare Quantiore continuaba viviendo solo.

Uno de esos días en que se dedicaba al estudio de las artes ocultas percibió la presencia de un ser que no debería estar en ese lugar. Por curiosidad se dirigió al lugar de donde emanaba esa presencia, pero al llegar allí ya no estaba, en su lugar se encontraba el cadáver de una demonio súcubo que sostenía un collar en su mano derecha, y junto a ella una híbrido, mitad arcángel, mitad demonio súcubo, que no aparentaba más de seis años, lloraba rogándole a su madre que despertara.

En ese momento Antare no supo si fue compasión, o simple aburrimiento de una vida solitaria, pero decidió llevarse a la pequeña con él.

Le preguntó el nombre, y entre sollozos ella respondió:

- Evangeline Rave

Antare levantó una ceja y una sonrisa irónica se dibujo en su rostro.

- ¿Sabes lo que significa tu nombre, Evangeline?

La pequeña negó con la cabeza, mientras se enjugaba unas lágrimas con el dorso de su mano derecha.

- Mejor que no lo sepas, fue una buena broma de tu madre – dijo él, mientras pensaba en el significado del nombre “Como un ángel delirante”

La tomó en brazos y se la llevó de allí. Al haberse alejado unos cuantos pasos, la casa que aun albergaba el cadáver de la demonio súcubo comenzó a arder hasta desaparecer, llevándose con el fuego todo recuerdo que hubiese podido albergar.

Evangeline se le abrazó al cuello y se sintió segura al aspirar su aroma, tanto así que terminó por quedarse dormida entre sollozos.

Pasaron diez años y la pequeña creció hasta convertirse en una mujer bellísima de largo cabello negro, ondeante, y ojos violeta. Inquieta y traviesa. Siempre queriendo saber y con unas habilidades demoníacas siempre inestables. Mostraba momentos de absoluto poder, y otros de mucha debilidad. A pesar de que Antare la educó y entrenó de la mejor forma posible, durante los primeros años que estuvo con ella no pudo entender por qué le ocurría esto.

Es en este punto donde las historias de Evangeline y Yue se cruzan. Para su fortuna o desgracia un día se encontraron.

***

Antare estaba en la ducha y nuevamente Evangeline lo molestaba desde el otro lado de la puerta.

- ¡Déjame en paz, Error!

- Pero quiero mostrarte lo que encontré – dijo ella acompañando sus palabras con una risa cantarina, mientras sostenía un gato en sus brazos.

Antare finalmente salió de la ducha, envuelto en una toalla, evidentemente molesto por la actitud de su protegida.

Ella se quedó mirando atentamente el tatuaje de escorpión que tenía en su pecho y preguntó, soltando al gato:

- ¿Ese tatuaje no estaba más abajo?

- No es de tu incumbencia, error, ahora deja que me vista.

- Pero que mal humorado, sabes que me gustan tus tatuajes ¿me dejas verlos? – ella había acercado sus manos a la toalla y la tiraba para tormento del mesías.

- ¡Ya basta! – le dio un golpe en la nuca – ¡Cuando aprenderás a respetar mi privacidad!

- Antes no te importaban esas cosas – ella hizo un puchero, y se paso la mano por el lugar donde la habían golpeado. Entonces sonrío de forma casi macabra, empujó a Antare a la cama y procedió a hacerle cosquillas.

- ¡Error, contrólate! – dijo el apartándole las manos. Se la quedó viendo y comenzó a hacerle cosquillas también. Ella reía tratando de apartarse de él - ¿No te gusta verdad?

El juego terminó cuando ambos sintieron una presencia en la puerta de la casa.

- Iré a ver – dijo Evangeline yendo hacia la puerta

- Espera. Quédate aquí, yo iré – dijo Antare

- Estás desnudo – luego de estas palabras ella fue hacia la puerta.

Antare maldijo por lo bajo. Había varios motivos por los cuales no quería que Evangeline se mezclara con otros demonios. Entre esos estaba el hecho de que fuera una híbrida, y no cualquier híbrida, sino que tenía una parte de ángel, uno de los principales enemigos de los demonios.

Además su parte súcubo estaba despertando, él no quería que eso ocurriera y trataba de evitarlo a toda costa.

Evangeline abrió la puerta de la casa y se encontró con dos demonios, altos, atractivos y también letales.

- Buenos días mi bella dama – saludó uno de ellos, de cabello plateado y ojos rojizos que le sonrieron – Mi nombre es Yue.
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Aclaración: No todos los personajes que aparecen en esta historia, y en capítulos futuros me pertenecen.
Yue, Shia pertenecen a Yue Okomura
Antare, Zadkiel pertenecen a Mady Avalos
Rafael, Monserrat Di Rousseau pertenecen a Rosse Rousseau
Shamuel pertenece a Momo
Gabriel, Saine, Jill pertenecen a Jill Sutcliff
Los demas son mios XD

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