viernes, 14 de junio de 2013

Sentimiento Oculto Parte 7

Jill limpio sus ojos , y se sentó en el borde de la cama con cuidado, observo el torso desnudo de Yue sin ninguna herida, Jill se sintió inútil, había intentado ayudar a Yue desde que lo habían encontrado, mas no pudo hacer nada realmente, el había rechazado su sangre, la energía que había obtenido de Alexander le había servido para poder tener energías, y al parecer aquella mujer también podía cerrar las heridas al igual que Yue.

-          Algún día.. podre hacer algo por ti sin que me rechaces?- murmuro limpiando sus ojos- por que me siento así... Yue.. tengo miedo- dijo recargando su cabeza en el tordo desnudo de este, al parecer estaba tan débil que podía sentir sus acciones- tengo... un mal presentimiento- susurro besando la comisura de los labios del mayordomo, salió de la habitación y regreso a la suya de la misma manera en que se había salido.

Jill rezaba por que aquella demonio simplemente se marchara, pero al día siguiente, lejos de cumplirse sus deseos... aquella mujer volvió, pero ahora en un carruaje y vestida como una dama de sociedad.

-          Mi lord , creo que ayer no tuve la oportunidad de presentarme como se debe, es un placer, mi nombre es Evangeline Rave. – se presento
-          ¿Rave? De las fábricas de la familia Rave?
-          Así es, su familia, my lord está haciendo negocios con la mía, o más bien conmigo, ya que soy el único miembro de mi familia - digo sonriendo - ¿Me invitará a pasar?
-          “ayer nadie la invito y bien que estaba adentro”- pensó Jill observando de lejos
-          Pero usted no es humana, como... puede...?- pregunto Alexander olvidándose de los buenos modales y la etiqueta
-          Ustedes tampoco son del todo humanos y tienen una familia una vida respetable entre la sociedad Londinense, ¿por qué yo no?- dijo un poco irritada, Monse se acerco a su hermano
-          vaya que atrevimiento venir a nuestra propia mansión para decirnos eso-comentó sarcástica-pero en algo tiene razón señorita...-hizo una mueca-...Evangeline no somos nada normales algún problema con eso?

Saine se acerco a ellos, debía detener al par de gemelos, sobre todo a Monse si querían mantener estables los negocios de la familia di Rousseau.

-          Buen día señorita Rave- la saludo besando su mano- es una sorpresa que haya decidido visitarnos- dijo fingiendo amabilidad
-          Es un placer volver a verlo Lord Saine - dijo con su sonrisa más seductora, al oír a Monse, le dedicó una sonrisa de autosuficiencia - ¿Atrevimiento? Mi administrador había concertado una cita para el día de hoy aquí en la mansión, pero al parecer lo ha olvidado. Creo que ha sido otro quien ha pecado de mala educación
-          Me disculpo Lady Evangeline, ha sido una torpeza de mi parte, si gusta entrar y pasar al escritorio- dijo Alexander suplicándole a Saine por ayuda
-          disculpe la mala memoria del joven amo- respondió Saine tranquilamente- por favor entienda que aun es un niño, y que tuvo que tomar control de los negocios incluso antes de que lord Hannibal pudiera instruirlo como es debido- agrego, por favor pase, no se quede ahí afuera
-          No se preocupen, ambos, entiendo perfectamente las circunstancias por las que atraviesa la familia
-          No tenias para que decirle que aun soy un niño Saine- le reclamo Alexander por lo bajo
-          intento sacarte de un apuro- le respondió de igual manera- el haber dicho que aun eras un niño justifico tu actitud.. de no haberlo hecho lo hubiera tomado como una ofensa- agrego adelantándose un poco.. abriendo la puerta del despacho de Hannibal

Jill los vio pasar a su lado, volteo la cara y entro a la cocina, lo que faltaba, ahora resultaba que ella era socia de su hermano, ahora con menor razón podrían intentar hacer que se alejara de la familia para siempre. Jill se dio de topes en la pared, que diablos era realmente esa actitud de ella? Por qué? Por que la quería lejos? Solo por haberla visto cerca de Yue? Y eso a ella que le importaba... o era... por las actitudes de Yue hacia ella, Yue había intentado alejar a los invitados no deseados de la mansión, a Leonard, Roxte y Saine... sin embargo... había permitido a esa mujer estar dos veces en la mansión, aun sabiendo que era una demonio, por primera vez, Yue había faltado a su oficio como mayordomo, antes aun estando débil el jamás había abandonado su responsabilidad... sin embargo... lo había hecho, y eso era causa de esa mujer... por que lo hacía? Por que a Yue le importaba tanto? Que no había dicho que no tenia eso a lo que llamaban sentimientos? Había mentido? Jill sacudió la cabeza molesta con ella, quería simplemente desconectarse, dejar de pensar en eso de una vez, si iba y le preguntaba a Yue jamás le respondería con la verdad, que era verdad y que mentira en lo que le había dicho antes? Ni ella lo sabía.

Monse entro a la cocina visiblemente molesta y refunfuñando

-          esa tipa me da mala espina-dijo sacando la tetera-que bruja!... Jill ayúdame con los pastelillos- dijo fingiendo-tenemos una invitada hay que ser corteses
-          ni que se los fuera a comer de verdad es una demonio- se quejo Jill – es enserio Monse deja de mirarme así, no voy a hacer pastelillos y menos para alguien como ella, por mi mejor que ni se acostumbre a la hospitalidad de esta casa, entre más lejos este ella de aquí mejor

Monse fulmino a Jill con la mirada, pero a ella no le importo, no caería en las exigencias de su hermana, si se dejaría intimidar, cuando Monse acabo los pastelillos, salió con él te y estos en una bandeja, Jill tomo a su cachorro y regreso a su dormitorio, cuando paso ante el despacho se percato que su hermano no se sentía nada bien y la reunión se había pospuesto

-          “perfecto vete y no vuelvas hasta mañana”- pensó Jill- “o mejor aun solo vete
-          me temo que deberemos de posponer la reunión debido a que el joven amo no se siente bien.. señorita rave gusta acompañarnos esta noche?- escucho la voz de Saine, el cabello de Jill se crispo
-          Sera un verdadero placer, además de esa manera conoceré mejor a mis asociados- respondió esta de una manera satisfecha
-          bien señorita veo que mi hermano esta indispuesto  así que será un honor hospedarla-le dijo Monse sin mucha emoción-le indicare su habitación
-          otra invitada?- murmuro Jill viendo como Monse llevaba a Evangeline a una habitación- esta casa terminara llena de seres sobrenaturales verdad Kalisto. - Le preguntó al cachorro cambiando de dirección en lo que Monse subía con la invitada, ni siquiera la volteo a ver.

Se quedo en la sala de descanso, de la cual simplemente no se movió en todo el día hasta que Saine la llevo a dormir a su habitación. Se reprimía a ella misma por su infantil comportamiento, pero simple y sencillamente no podía controlarlo.

Al día siguiente Monse tenía la magnífica idea de hacer una fiesta, había incluso adornado el salón con una desganada Jill, la verdad no tenía el mínimo ánimo para hacer una fiesta, incluso se había arreglado con desgana, no veía el por qué hacer una fiesta, si bien tenia curiosidad por saber cómo eran los bailes, ella había imaginado que su primer baile seria distinto y no sintiéndose como se sentía.

Finalmente la fiesta se pospuso, debido a que Alexander había regresado de Londres con una pequeña mal herida, después de cuidar de ella descubrieron que la chica no tenía memoria, por lo que decidieron cuidar de ella en lo que trataban de buscar algo acerca de su familia o algún indicio.

Al parecer la fiesta seria pospuesta de nuevo, realmente no podrían hacer ninguna fiesta en esa casa, siempre ocurría algo que impedía las cosas, y esa vez no estaba equivocada, algo ocurrió de nuevo. Jill se lesiono la pierna tratando de ayudar a Leonard a bajar de un candelabro. Al parecer fue un golpe muy duro ya que Jill era incapaz de ponerse de pie. Fue entonces cuando más vulnerable estaba que sucedió.

La mansión que había estado en relativa paz durante algunas semanas, estaba bajo ataque de nuevo, había cerca de 10 shinigamis rondando el área, la energía de dos de ellos era demasiado amenazante, superior a cualquiera que la joven shinigami había sentido. Leonard y Roxte salieron de la mansión, Jill se vio tentada a llamar a Yue, busco su presencia.... sintiéndolo con esa mujer... de nuevo esa arpía súcubo...

Jill derramo lagrimas frustrada, se puso de pie como pudo y se dirigió a su habitación, cambiando su vestido por un pantalón corto y una blusa ceñida debajo de una camisa blanca de vestir, amarro su cabello en una coleta alta y tomo su katana, sentía rabia por dentro... un torrente de celos que la invadía, si Yue prefería estar con esa mujer en ese momento... bien... que destruyan la mansión si es necesario... si la mataban esa vez... que importaba, pero moriría peleando.

Jill subió al techo con mucho esfuerzo, volteo a los lados esperando ver aparecer al mayordomo, su presencia bastaba para calmarla, pero él no estaba...

-          Yue –san- murmuro

Saine llego al lado de Jill plegando sus alas, la vio inclinada en el techo

-          estas lastimada no es así?- le pregunto tranquilo
-          eso no importa- respondió la shinigami- ya están aquí...

Jill ataco a uno de ellos, al tiempo que Saine se hacía cargo de dos mas, uno más ataco a Jill por la espada arrojándola del techo, la shinigami intento incorporarse mas no podía apoyarse , permaneció de rodillas en el césped del jardín, defendiéndose.

Los enemigos más poderosos no tardaron en aparecer, uno de ellos atravesó a Saine con una especia de florete, Yue apareció en ese momento, los ojos de Jill brillaron de alegría.. Pero su sonrisa se esfumo al ver aparecer a aquella mujer detrás de el. Yue se aproximo a ayudar a Saine mientras que aquella mujer se acerco al otro shinigami que emitía una energía poderosa y amenazante, Jill se sentía en desventaja, su agilidad de había ido al carajo con su pierna lastimada, la batalla parecía ir en cámara lenta, aparentemente Yue había casi partido al shinigami de cabello rubio... Hipnos lo había llamado Saine, pero en el acto este había desaparecido ... y había re-aparecido detrás de Jill sujetándola por el cabello, amenazándola con una daga apareciendo delante de Yue de nuevo.


Jill intento soltarse de su agarre, se percato de reojo que el segundo shinigami gemelo había muerto a manos de Roxte, Hipnos parecía furioso por esto, Yue al notar que había bajado un poco la guardia se lanzo contra Hipnos para salvar a Jill, pero l shinigami legendario simplemente sonrió con malicia... y clavo la daga en el pecho de la shinigami.

Jill solo escucho una de sus costillas partirse, sintió aquel liquido tibio resbalar por su pecho... intento gritar de dolor, sin embargo solo salió una gran bocanada de sangre de su boca, su cuerpo se va de lado, cayendo del techo, todo parecía en cámara lenta, Saine además de haber sido atravesado con el florete, había sido herido con una daga también, Jill se sintió atraída hacia abajo, caía sin que ella pudiera hacer algo para detenerse, estiro la mano hacia el frente, pierde la vista lentamente.

Yue libero parte de su poder demoniaco para atrapar a Jill antes de que esta cayera, la tomo en sus brazos y le quito la daga del pecho.

-          Jill-sama, se encuentra bien??...- le pregunto, la shinigami escupió otra gran bocanada de sangre- Jill-sama contésteme.. por favor...!!....

Jill abrió los ojos un poco y con mucho esfuerzo, sentía dolor, y el líquido tibio resbalar por su pecho, no escuchaba claramente, pero.. Esa esencia, a pesar de tener el olor de Evangeline también, estaba segura que esa esencia y esa calidez era de Yue, se aferro débilmente a él con una mano

-          Yue- susurró escupiendo sangre- no sabía que los shinigamis podíamos ver nuestros propios records- agrego con la mirada apagada y perdida

El mayordomo la miro con tristeza estrechándola en sus brazos

-          no se preocupe.. en unos momento, le curare.. así que, perdóneme por lo que hare... – le dijo lamiendo su herida.

Jill sabía que la saliva del demonio cerraba las heridas pero... sería suficiente?, Yue mordió su labio inferior causando que este sangrara, se acerco a los labios de la convaleciente shinigami besándolos haciendo que bebiera su sangre.

-          *esto le regresará sus fuerzas de un momento a otro... así que ,.. resista...*- le dijo de manera mental

Jill acaricio ligeramente la mejilla de Yue con esfuerzo, apenas y podía sentir que sucedía, su garganta estaba completamente cerrada, la sangre de Yue no podía pasar y resbalaba por la comisura de sus labios.

-          espero que leo-kun y que todos en la familia estén bien- susurro acurrucándose en Yue- gracias por preocuparte por mi- agrego perdiendo la conciencia en brazos del mayordomo

Jill se vio a si misma suspendida en un espacio obscuro y amplio, solamente estaba cubierta por una sabana, frente a ella había un espejo, pero su reflejo era distinto, su mirada era fría e inexpresiva, y tenía una sonrisa gélida e inexpresiva.

Su reflejo sonreía satisfecho, Roxte intento entrar en el subconsciente de Jill, pero aquella Jill del espejo se lo impidió, diciéndole que cuando la parte humana de Jill muriera, ella tomaría el control, y que si la dañaban, Jill no podría recuperarse en absoluto. Jill escucho a Roxte llamarla, pero lo escuchaba como un eco, no lo entendía. Una nueva voz, además de Roxte, alguien más la llamaba.

-          *Jill-sama...Jill-sama... * - apenas y escuchaba
-          Qui...quien?
-          *Jill-sama...Jill-sama... mi pequeña dama... mi linda dama... me escucha...???- insistió el mayordomo-  tiene que reaccionar.... me recuerda??... recuerda a Leonard-san...???.... *
-           no te atrevas a detener el curso de esta alma- le reclamo la Jill shinigami... - ella está olvidando todo.. olvidara a Leonard muy pronto
-          *Jill-sama... pequeña dama... recuerde.... Leonard-san, le espera.... al igual que su familia... *

Imágenes vagas aparecen en la débil memoria de Jill, aquella voz que le suplicaba regresar, aquella cálida voz, era la voz del hombre que ella había amado, de su primer amor desde que era pequeña, aquel que la había criado en ausencia de sus padres, aquel que había despertado sentimientos en ella, y que tenía miedo de perder.

-          Yu...Yue- murmuro el espejo comenzó a resquebrajarse- Yue- lo llamo de nuevo, no quería despertar, si.. despertaba volvería a una cruel realidad, estaba mejor en ese lugar o no?  a nadie le importaría si ella no estaba, Monse tenía a Roxte, y Saine a Charle, su hermano encontraría a alguien... y Yue.. su amado mayordomo... estaría al lado de esa mujer aunque ella muriera en ese momento.
-          Así es... no te conviene despertar o si pequeña shinigami? Tu mayordomo te abandonara para irse con aquella mujer despiertes o no
-          Yu...Yue- lo llamo con lagrimas en los ojos
-          Nadie te extrañara si mueres
-          *mi pequeña dama... mi linda y hermosa dama... regrese junto a su familia... regrese a donde le espera el joven Leonard-san...*- insistió Yue estando frente a ella estirando su brazo
-          Leonard- murmuro Jill estaba olvidando, recordó al joven y risueño shinigami de cabello verde, si algo le pasaba a ella... no había cumplido con su promesa de protegerlo... Jill había prometido proteger a Leonard, si ella moría... no podría hacerlo
-          NO SE ATREVAN!!!- les reclamo la parte shinigami - ESA NIÑA DEBE MORIR.. DEBE MORIR EN ESTE MOMENTO
-          llévame con Leonard- murmuro Jill estirando la mano para tomar a Yue- llévame contigo de regreso, Yue san... llévame a tu lado- le suplico aun asustada
-          *bien Jill-sama... cuide su parte humana... eso.. eso es lo que me gusta de usted...*- dijo Yue tomando su mano, ignorando a la chica del espejo, deposito un tierno beso en la frente de Jill llevándosela de ahí.


Jill despertó, estaba en su habitación, se sentía débil, adolorida, busco con la mirada esperando ver a Yue ahí, sin embargo el no estaba, sintió una fuerte opresión en su pecho, y las lagrimas amenazaban con salir, recorrió su habitación con la vista, viendo primero a su hermana sujetándose el pecho. Roxte de inmediato la tranquilizó y la llevo a descansar.

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