Jill
limpio sus ojos , y se sentó en el borde de la cama con cuidado, observo el
torso desnudo de Yue sin ninguna herida, Jill se sintió inútil, había intentado
ayudar a Yue desde que lo habían encontrado, mas no pudo hacer nada realmente,
el había rechazado su sangre, la energía que había obtenido de Alexander le había
servido para poder tener energías, y al parecer aquella mujer también podía
cerrar las heridas al igual que Yue.
-
Algún
día.. podre hacer algo por ti sin que me rechaces?- murmuro limpiando sus ojos-
por que me siento así... Yue.. tengo miedo- dijo recargando su cabeza en el
tordo desnudo de este, al parecer estaba tan débil que podía sentir sus
acciones- tengo... un mal presentimiento- susurro besando la comisura de los
labios del mayordomo, salió de la habitación y regreso a la suya de la misma
manera en que se había salido.
Jill
rezaba por que aquella demonio simplemente se marchara, pero al día siguiente,
lejos de cumplirse sus deseos... aquella mujer volvió, pero ahora en un
carruaje y vestida como una dama de sociedad.
-
Mi
lord , creo que ayer no tuve la oportunidad de presentarme como se debe, es un
placer, mi nombre es Evangeline Rave. – se presento
-
¿Rave?
De las fábricas de la familia Rave?
-
Así
es, su familia, my lord está haciendo negocios con la mía, o más bien conmigo,
ya que soy el único miembro de mi familia - digo sonriendo - ¿Me invitará a
pasar?
-
“ayer nadie la invito y bien que
estaba adentro”-
pensó Jill observando de lejos
-
Pero
usted no es humana, como... puede...?- pregunto Alexander olvidándose de los
buenos modales y la etiqueta
-
Ustedes
tampoco son del todo humanos y tienen una familia una vida respetable entre la
sociedad Londinense, ¿por qué yo no?- dijo un poco irritada, Monse se acerco a
su hermano
-
vaya
que atrevimiento venir a nuestra propia mansión para decirnos eso-comentó sarcástica-pero
en algo tiene razón señorita...-hizo una mueca-...Evangeline no somos nada
normales algún problema con eso?
Saine
se acerco a ellos, debía detener al par de gemelos, sobre todo a Monse si
querían mantener estables los negocios de la familia di Rousseau.
-
Buen
día señorita Rave- la saludo besando su mano- es una sorpresa que haya decidido
visitarnos- dijo fingiendo amabilidad
-
Es
un placer volver a verlo Lord Saine - dijo con su sonrisa más seductora, al oír
a Monse, le dedicó una sonrisa de autosuficiencia - ¿Atrevimiento? Mi
administrador había concertado una cita para el día de hoy aquí en la mansión,
pero al parecer lo ha olvidado. Creo que ha sido otro quien ha pecado de mala educación
-
Me
disculpo Lady Evangeline, ha sido una torpeza de mi parte, si gusta entrar y
pasar al escritorio- dijo Alexander suplicándole a Saine por ayuda
-
disculpe
la mala memoria del joven amo- respondió Saine tranquilamente- por favor
entienda que aun es un niño, y que tuvo que tomar control de los negocios
incluso antes de que lord Hannibal pudiera instruirlo como es debido- agrego,
por favor pase, no se quede ahí afuera
-
No
se preocupen, ambos, entiendo perfectamente las circunstancias por las que
atraviesa la familia
-
No
tenias para que decirle que aun soy un niño Saine- le reclamo Alexander por lo
bajo
-
intento
sacarte de un apuro- le respondió de igual manera- el haber dicho que aun eras
un niño justifico tu actitud.. de no haberlo hecho lo hubiera tomado como una ofensa-
agrego adelantándose un poco.. abriendo la puerta del despacho de Hannibal
Jill
los vio pasar a su lado, volteo la cara y entro a la cocina, lo que faltaba, ahora
resultaba que ella era socia de su hermano, ahora con menor razón podrían
intentar hacer que se alejara de la familia para siempre. Jill se dio de topes
en la pared, que diablos era realmente esa actitud de ella? Por qué? Por que la
quería lejos? Solo por haberla visto cerca de Yue? Y eso a ella que le
importaba... o era... por las actitudes de Yue hacia ella, Yue había intentado
alejar a los invitados no deseados de la mansión, a Leonard, Roxte y Saine...
sin embargo... había permitido a esa mujer estar dos veces en la mansión, aun
sabiendo que era una demonio, por primera vez, Yue había faltado a su oficio
como mayordomo, antes aun estando débil el jamás había abandonado su
responsabilidad... sin embargo... lo había hecho, y eso era causa de esa
mujer... por que lo hacía? Por que a Yue le importaba tanto? Que no había dicho
que no tenia eso a lo que llamaban sentimientos? Había mentido? Jill sacudió la
cabeza molesta con ella, quería simplemente desconectarse, dejar de pensar en eso
de una vez, si iba y le preguntaba a Yue jamás le respondería con la verdad,
que era verdad y que mentira en lo que le había dicho antes? Ni ella lo sabía.
Monse
entro a la cocina visiblemente molesta y refunfuñando
-
esa
tipa me da mala espina-dijo sacando la tetera-que bruja!... Jill ayúdame con
los pastelillos- dijo fingiendo-tenemos una invitada hay que ser corteses
-
ni
que se los fuera a comer de verdad es una demonio- se quejo Jill – es enserio
Monse deja de mirarme así, no voy a hacer pastelillos y menos para alguien como
ella, por mi mejor que ni se acostumbre a la hospitalidad de esta casa, entre más
lejos este ella de aquí mejor
Monse
fulmino a Jill con la mirada, pero a ella no le importo, no caería en las
exigencias de su hermana, si se dejaría intimidar, cuando Monse acabo los
pastelillos, salió con él te y estos en una bandeja, Jill tomo a su cachorro y
regreso a su dormitorio, cuando paso ante el despacho se percato que su hermano
no se sentía nada bien y la reunión se había pospuesto
-
“perfecto vete y no vuelvas hasta
mañana”- pensó Jill-
“o mejor aun solo vete”
-
me
temo que deberemos de posponer la reunión debido a que el joven amo no se
siente bien.. señorita rave gusta acompañarnos esta noche?- escucho la voz de Saine,
el cabello de Jill se crispo
-
Sera
un verdadero placer, además de esa manera conoceré mejor a mis asociados-
respondió esta de una manera satisfecha
-
bien
señorita veo que mi hermano esta indispuesto así que será un honor hospedarla-le dijo Monse
sin mucha emoción-le indicare su habitación
-
otra
invitada?- murmuro Jill viendo como Monse llevaba a Evangeline a una habitación-
esta casa terminara llena de seres sobrenaturales verdad Kalisto. - Le preguntó
al cachorro cambiando de dirección en lo que Monse subía con la invitada, ni
siquiera la volteo a ver.
Se
quedo en la sala de descanso, de la cual simplemente no se movió en todo el día
hasta que Saine la llevo a dormir a su habitación. Se reprimía a ella misma por
su infantil comportamiento, pero simple y sencillamente no podía controlarlo.
Al
día siguiente Monse tenía la magnífica idea de hacer una fiesta, había incluso
adornado el salón con una desganada Jill, la verdad no tenía el mínimo ánimo
para hacer una fiesta, incluso se había arreglado con desgana, no veía el por
qué hacer una fiesta, si bien tenia curiosidad por saber cómo eran los bailes,
ella había imaginado que su primer baile seria distinto y no sintiéndose como
se sentía.
Finalmente
la fiesta se pospuso, debido a que Alexander había regresado de Londres con una
pequeña mal herida, después de cuidar de ella descubrieron que la chica no tenía
memoria, por lo que decidieron cuidar de ella en lo que trataban de buscar algo
acerca de su familia o algún indicio.
Al
parecer la fiesta seria pospuesta de nuevo, realmente no podrían hacer ninguna
fiesta en esa casa, siempre ocurría algo que impedía las cosas, y esa vez no
estaba equivocada, algo ocurrió de nuevo. Jill se lesiono la pierna tratando de
ayudar a Leonard a bajar de un candelabro. Al parecer fue un golpe muy duro ya
que Jill era incapaz de ponerse de pie. Fue entonces cuando más vulnerable
estaba que sucedió.
La
mansión que había estado en relativa paz durante algunas semanas, estaba bajo
ataque de nuevo, había cerca de 10 shinigamis rondando el área, la energía de
dos de ellos era demasiado amenazante, superior a cualquiera que la joven
shinigami había sentido. Leonard y Roxte salieron de la mansión, Jill se vio
tentada a llamar a Yue, busco su presencia.... sintiéndolo con esa mujer... de
nuevo esa arpía súcubo...
Jill
derramo lagrimas frustrada, se puso de pie como pudo y se dirigió a su
habitación, cambiando su vestido por un pantalón corto y una blusa ceñida
debajo de una camisa blanca de vestir, amarro su cabello en una coleta alta y
tomo su katana, sentía rabia por dentro... un torrente de celos que la invadía,
si Yue prefería estar con esa mujer en ese momento... bien... que destruyan la
mansión si es necesario... si la mataban esa vez... que importaba, pero moriría
peleando.
Jill
subió al techo con mucho esfuerzo, volteo a los lados esperando ver aparecer al
mayordomo, su presencia bastaba para calmarla, pero él no estaba...
-
Yue
–san- murmuro
Saine
llego al lado de Jill plegando sus alas, la vio inclinada en el techo
-
estas
lastimada no es así?- le pregunto tranquilo
-
eso
no importa- respondió la shinigami- ya están aquí...
Jill
ataco a uno de ellos, al tiempo que Saine se hacía cargo de dos mas, uno más
ataco a Jill por la espada arrojándola del techo, la shinigami intento incorporarse
mas no podía apoyarse , permaneció de rodillas en el césped del jardín,
defendiéndose.
Los
enemigos más poderosos no tardaron en aparecer, uno de ellos atravesó a Saine
con una especia de florete, Yue apareció en ese momento, los ojos de Jill
brillaron de alegría.. Pero su sonrisa se esfumo al ver aparecer a aquella
mujer detrás de el. Yue se aproximo a ayudar a Saine mientras que aquella mujer
se acerco al otro shinigami que emitía una energía poderosa y amenazante, Jill
se sentía en desventaja, su agilidad de había ido al carajo con su pierna
lastimada, la batalla parecía ir en cámara lenta, aparentemente Yue había casi
partido al shinigami de cabello rubio... Hipnos lo había llamado Saine, pero en
el acto este había desaparecido ... y había re-aparecido detrás de Jill sujetándola
por el cabello, amenazándola con una daga apareciendo delante de Yue de nuevo.
Jill
intento soltarse de su agarre, se percato de reojo que el segundo shinigami
gemelo había muerto a manos de Roxte, Hipnos parecía furioso por esto, Yue al
notar que había bajado un poco la guardia se lanzo contra Hipnos para salvar a Jill,
pero l shinigami legendario simplemente sonrió con malicia... y clavo la daga
en el pecho de la shinigami.
Jill
solo escucho una de sus costillas partirse, sintió aquel liquido tibio resbalar
por su pecho... intento gritar de dolor, sin embargo solo salió una gran
bocanada de sangre de su boca, su cuerpo se va de lado, cayendo del techo, todo
parecía en cámara lenta, Saine además de haber sido atravesado con el florete, había
sido herido con una daga también, Jill se sintió atraída hacia abajo, caía sin
que ella pudiera hacer algo para detenerse, estiro la mano hacia el frente,
pierde la vista lentamente.
Yue
libero parte de su poder demoniaco para atrapar a Jill antes de que esta
cayera, la tomo en sus brazos y le quito la daga del pecho.
-
Jill-sama,
se encuentra bien??...- le pregunto, la shinigami escupió otra gran bocanada de
sangre- Jill-sama contésteme.. por favor...!!....
Jill
abrió los ojos un poco y con mucho esfuerzo, sentía dolor, y el líquido tibio
resbalar por su pecho, no escuchaba claramente, pero.. Esa esencia, a pesar de
tener el olor de Evangeline también, estaba segura que esa esencia y esa
calidez era de Yue, se aferro débilmente a él con una mano
-
Yue-
susurró escupiendo sangre- no sabía que los shinigamis podíamos ver nuestros
propios records- agrego con la mirada apagada y perdida
El
mayordomo la miro con tristeza estrechándola en sus brazos
-
no
se preocupe.. en unos momento, le curare.. así que, perdóneme por lo que hare...
– le dijo lamiendo su herida.
Jill
sabía que la saliva del demonio cerraba las heridas pero... sería suficiente?, Yue
mordió su labio inferior causando que este sangrara, se acerco a los labios de
la convaleciente shinigami besándolos haciendo que bebiera su sangre.
-
*esto le regresará sus fuerzas de
un momento a otro... así que ,.. resista...*- le dijo de manera mental
Jill
acaricio ligeramente la mejilla de Yue con esfuerzo, apenas y podía sentir que sucedía,
su garganta estaba completamente cerrada, la sangre de Yue no podía pasar y
resbalaba por la comisura de sus labios.
-
espero
que leo-kun y que todos en la familia estén bien- susurro acurrucándose en Yue-
gracias por preocuparte por mi- agrego perdiendo la conciencia en brazos del
mayordomo
Jill
se vio a si misma suspendida en un espacio obscuro y amplio, solamente estaba
cubierta por una sabana, frente a ella había un espejo, pero su reflejo era
distinto, su mirada era fría e inexpresiva, y tenía una sonrisa gélida e
inexpresiva.
Su
reflejo sonreía satisfecho, Roxte intento entrar en el subconsciente de Jill,
pero aquella Jill del espejo se lo impidió, diciéndole que cuando la parte
humana de Jill muriera, ella tomaría el control, y que si la dañaban, Jill no
podría recuperarse en absoluto. Jill escucho a Roxte llamarla, pero lo
escuchaba como un eco, no lo entendía. Una nueva voz, además de Roxte, alguien más
la llamaba.
-
*Jill-sama...Jill-sama...
* - apenas y escuchaba
-
Qui...quien?
-
*Jill-sama...Jill-sama...
mi pequeña dama... mi linda dama... me escucha...???- insistió el mayordomo- tiene que reaccionar.... me recuerda??...
recuerda a Leonard-san...???.... *
-
no te atrevas a detener el curso de esta alma-
le reclamo la Jill
shinigami... - ella está olvidando todo..
olvidara a Leonard muy pronto
-
*Jill-sama...
pequeña dama... recuerde.... Leonard-san, le espera.... al igual que su
familia... *
Imágenes
vagas aparecen en la débil memoria de Jill, aquella voz que le suplicaba
regresar, aquella cálida voz, era la voz del hombre que ella había amado, de su
primer amor desde que era pequeña, aquel que la había criado en ausencia de sus
padres, aquel que había despertado sentimientos en ella, y que tenía miedo de
perder.
-
Yu...Yue-
murmuro el espejo comenzó a resquebrajarse- Yue- lo llamo de nuevo, no quería
despertar, si.. despertaba volvería a una cruel realidad, estaba mejor en ese
lugar o no? a nadie le importaría si
ella no estaba, Monse tenía a Roxte, y Saine a Charle, su hermano encontraría a
alguien... y Yue.. su amado mayordomo... estaría al lado de esa mujer aunque
ella muriera en ese momento.
-
Así es... no te conviene
despertar o si pequeña shinigami? Tu mayordomo te abandonara para irse con
aquella mujer despiertes o no
-
Yu...Yue-
lo llamo con lagrimas en los ojos
-
Nadie te extrañara si mueres
-
*mi
pequeña dama... mi linda y hermosa dama... regrese junto a su familia...
regrese a donde le espera el joven Leonard-san...*- insistió Yue estando frente
a ella estirando su brazo
-
Leonard-
murmuro Jill estaba olvidando, recordó al joven y risueño shinigami de cabello
verde, si algo le pasaba a ella... no había cumplido con su promesa de
protegerlo... Jill había prometido proteger a Leonard, si ella moría... no
podría hacerlo
-
NO
SE ATREVAN!!!- les reclamo la parte shinigami - ESA NIÑA DEBE
MORIR.. DEBE MORIR EN ESTE MOMENTO
-
llévame
con Leonard- murmuro Jill estirando la mano para tomar a Yue- llévame contigo
de regreso, Yue san... llévame a tu lado- le suplico aun asustada
-
*bien
Jill-sama... cuide su parte humana... eso.. eso es lo que me gusta de usted...*-
dijo Yue tomando su mano, ignorando a la chica del espejo, deposito un tierno
beso en la frente de Jill llevándosela de ahí.
Jill
despertó, estaba en su habitación, se sentía débil, adolorida, busco con la
mirada esperando ver a Yue ahí, sin embargo el no estaba, sintió una fuerte
opresión en su pecho, y las lagrimas amenazaban con salir, recorrió su
habitación con la vista, viendo primero a su hermana sujetándose el pecho.
Roxte de inmediato la tranquilizó y la llevo a descansar.
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